Llega un momento en nuestra vida, donde consideramos el simple hecho de vivir como algo que indiscutiblemente tiene que ocurrir.
Se vuelve tan natural levantarse en el día y acostarse en la noche, que olvidamos todo lo que hay que atravesar en medio.
El concepto más común de la palabra “Vencedor”, se centra en aquellas personas que han logrado grandes hazañas, que han resaltado en medio de la multitud.
Y claro, estoy de acuerdo con esto. Sin embargo, en mi propio concepto de “Vencedor”, personas tan comúnes y corrientes como tú y yo, también somos merecedores de la palabra.
Una persona que logra pasar por alto las incontables maneras de morir, es realmente un Vencedor.
Bacterias, virus, enfermedades, imprudentes en automóvil, locos con armas, lámparas a punto de caer en la cabeza de alguien… ¿Has pensado en la cantidad de cosas que pueden causarle la muerte a una persona?
No tienen que estar persiguiéndote para matarte o para hacerte daño, simplemente al estar viviendo un día común, ya es una hazaña que sobrevivas.
Realmente, lo que quiero que entiendas, es que, a pesar de que aún te encuentras caminando para superarte personalmente, a pesar que tus logros aún no se ven cumplidos… Hay un motivo por el cual debes estar orgulloso cada día, y es por estar vivo.
Así que, si has estado triste o deprimido, o si has sentido que tu vida no vale la pena… Recuerda esto: Día tras día superas mucho más de mil maneras de morir, aún sin darte cuenta de ello
¡Disfruta cada segundo que tienes la oportunidad de brillar, de correr por tus sueños!
Hoy el mundo está a tu alcence, y lo único cierto, es que hoy puedes vivir al máximo.
No esperes a que el mañana llegue para actuar, porque nada te asegura que mañana, la lámpara floja no se vaya a caer.
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