Por lo general, las pesadillas son sólo un sueño más que se diferencia del resto por la alta intensidad emocional que nos ayuda a recordarlo con mucha más claridad y detalles de lo habitual. Podríamos decir que las pesadillas constituyen un recurso del inconsciente para ayudarnos a prestar atención al contenido del sueño. Las pesadillas tienen el objetivo de ayudarnos a poner atención sobre una situación o problema que requiere ser atendido.
Si bien tener pesadillas es absolutamente normal, quienes las padecen suelen sentirse angustiados con su contenido, por lo cual evitan analizarlos y conversar sobre ellos, con ellos se pierden la posibilidad de aprender de ella y a la vez de evitar que vuelva a repetirse.
Algunas de las clásicas pesadillas que se presentan tienen relación con temas tales como caídas al vacío, persecuciones, ataques, pérdidas, parálisis, aguas turbulentas, bebés, etc.
Si una pesadilla se presenta, debemos recordar que por lo general su mensaje está expresado en lenguaje simbólico y que sólo quien ha tenido el sueño puede significarlo. No nos asustemos, creyendo que la pesadilla constituye un mal anuncio y aún menos que hay algo malo en nosotros, simplemente recibámosla como una posibilidad de conocernos un poquito más.