Diez herramientas para vivir sano emocionalmente, pero de nada sirve seguir consejos de alguien si no profundizas en ti mismo.
La Salud Emocional es el perfume que exhala la ausencia de conflicto. Pero para que suceda en nosotros es necesario que tengamos el valor para poner en duda nuestra querida enfermedad, esa que llevamos creando día a día y que ahora sentimos y hacemos llamar, “yo y mis cosas”.
1. Expresar con desternillante amor propio aquello que sinceramente sentimos, ya que
la salud emocional no llega por ningún acto ni con ninguna inteligencia, sino
mediante la honestidad.
2. Amar la realidad hasta emborracharse de su néctar. Ama lo que es, y no lo que te
gustaría que fuese.
3. Hacer las paces con nosotros mismos y con los demás, y que lo sepan.
4. Observar con sobrecojedor entusiasmo lo inútiles que son nuestros anhelos.
5. Identificarnos con temblorosa y apasionada compasión ante la mínima expresión de
dolor de un desconocido.
6. Hacer de la inseguridad de la vida tu mayor disfrute.
7. Dejar de hacer caso a esa voz que te ordena y te exige.
8. Vivir presente, no ausente.
9. Escuchar a cada persona como si fueran las últimas palabras de tu ser más querido.
10. En vez de competir, colabora.
Estas son diez herramientas para vivir sano emocionalmente, pero de nada sirve que las adoptes como nuevos hábitos, si no las pones en duda, si no las atacas con el fuego de tu corazón. De nada sirve seguir consejos de alguien si no profundizas en ti mismo para descubrir lo que hay de falso en tu antigua forma de pensar.
Ahora bien, tienes el derecho a equivocarte infinitamente…
y recuerda, el verdadero espectáculo comienza fuera del teatro…
Raúl Espada García