La práctica hace la realidad

A veces sabemos que debemos afrontar situaciones fuera de lo común, como una cirugía, un reto grande, una fuerte experiencia, algo nuevo que nunca hemos vivido, y nos preocupamos de antemano y pensamos que será muy complicado, que no funcionará, y nos sentimos ansiosos, nerviosos, aferrados, estresados. En esos momentos, hay un ejercicio que puede resultar muy útil:
Piensa en ese algo que te pone nervioso, que te da miedo, y escribe en un papel la manera en que te gustaría que resultara. Escribe una pequeña narrativa, con escenario, situación, personajes, todo lo que se te ocurra, paso a paso (por ejemplo: llegaré a tal lugar, sintiéndome tranquil@, respirando con calma, con tal persona querida a mi lado sujetándome de la mano e infundiéndome confianza, el lugar será limpio, el viaje será placentero, las personas que me atiendan serán agradables). Escríbelo todo, teniendo en cuenta que lo más importante es que encuentres el SENTIMIENTO de bienestar dentro de tu pecho, la fe en que, sea lo que sea que tengas que hacer, te encontrarás bien, te sentirás bien, satisfech@ de la experiencia.
Y considera siempre que no puedes “pensar” en el sentimiento: tienes que realmente sentirlo dentro de ti, experimentarlo, abrazarlo. Este ejercicio es como ejercitar un músculo, ¡así es como manifestamos las cosas en la realidad! Realiza este ejercicio un par de semanas antes del evento, y luego comprueba si se dio tal como lo visualizaste… ¡Ten presente que somos nosotros quienes pensamos nuestra realidad a fin de crearla!

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