Necesitamos reeducarnos para escuchar y confiar en las verdades internas que vienen a nosotros a través de nuestros sentimientos intuitivos. Debemos a aprender a actuar según ellos, aún cuando podamos sentirnos aterrados o inseguros al principio, debido a que ya no estamos jugando sobre seguro haciendo lo que "deberiamos", complaciendo a otros, siguiendo reglas u obedeciento a autoridades externas.
El aprender a confiar en nuestra intuición es una forma de arte y, como tal, requiere práctica para perfeccionarse. Tenemos que estar dispuestos a cometer errores, intentar algo y fallar para luego probar algo distinto la próxima vez. Si permanecemos adheridos al miedo de estar equivocados, aprender a confiar en nuestra intuición puede llevarnos toda la vida.
En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, todos pueden ver pero pocos pueden comprender lo que ven. Pocos ven lo que somos pero todos pueden ver lo que aparentamos.