Hay momentos que llegas a pensar en renunciar a la vida porque algo en lo que pusiste todas tus fuerzas e ilusiones no funcionó, pues hemos basado nuestra felicidad en cuestiones materiales y lo que la otra persona nos pueda dar u ofrecer.
Pero sin embargo ocurre que el día menos pensado, la puerta que pensamos que nunca se iba a cerrar, se cierra y piensas que ya todo ha acabado o terminado. Que no mereces ser amado o querido, que quizás no vuelvas ni a pensar en enamorarte nuevamente.
Después de un tiempo de sufrir y pensar en que puedes haber fallado o que hubieses hecho para que no haber perdido a quien pensabas era la persona que llenaría tu vida por siempre, llega a tu vida alguien que no habias ni imaginado volver a ver y comienzas a recoger el fruto que durante años pensaste que nunca se daría, pensando que tus sufrimientos iban a ser en vano, y no es así, no comprendes porque había que pasar por ello para poder ver que todo lo bueno que siempre llegará, y no con recompensas económicas sino aquellas que no puedes comprar con todo el dinero del mundo. Es una dicha que uno no puede creer al encontrarse así.
Empiezas a sentir una felicidad inexplicable, un deseo de amar y ser correspondido o simplemente que eres una persona con tanta dicha que puedes volver a amar sin más sin esperar nada a cambio, solo el sentirte amado por alguien.
Y al mirar atras y recordar lo que tanto te hizo daño, recordar aquellas noches donde lloraste lo que nunca habías llorado y ver con cuanto amor dejaste de dar y que no recibiste. Y ahora entiendes que no lo diste todo porque no era para la que te hizo sufrir, sino que tenía que guardar lo mejor y más importante para la persona que venía en camino y que sin saber quién era, la estabas esperando.
Y pensar siempre que aun cuando hemos tenido muchas experiencias malas y tristes, nunca dudar que el amor siempre estará ahí esperando a ser encontrado, o te encontrara. Al final llegara y te tomara de la mano para enseñarte que es de verdad y que no importara el tiempo que has estado esperando, ni la edad que tengas, ni el tiempo que lleves sólo, ni las tristezas de verla a ella feliz mientras tu estas pasándolo mal. Lo importante es nunca rendirse y comprender que lo mejor siempre esta por venir, tarde o temprano, llegara...
Gracias por haber llegado, a tiempo...