Llega un momento en que todo ser humano es debidamente “aconsejado” para llevar un determinado estilo de vida, nuestra cultura, nuestra historia, nuestra idiosincrasia determinan en muchos de nosotros lo que es “correcto” realizar.
Desafortunadamente, no siempre lo socialmente correcto es lo particularmente más adecuado, y es justo en ese momento en el que llega un conflicto de intereses entre si lo más conveniente es seguir los esquemas trazados o buscar la posibilidad de instaurar una nueva forma de pensamiento.
Hoy en día es mucho más fácil lograr romper un esquema, pues existe una apertura muy importante gracias a los medios de comunicación para transmitir ideas que puedan gestar un cambio real en las personas, simplemente el mundo 2.0 que nos da la facilidad de transmitir nuestras ideas de manera mucho más sencilla que como lo hacían hace más de doscientos años y sin embargo en aquel entonces se dio la Ilustración y todas las revoluciones mundiales que dieron pie a cambios sustanciales en nuestros sistemas políticos.
En este orden de ideas, no siempre el esquema trazado previamente es el más adecuado para la época en que vivimos, hemos visto históricamente que el capitalismo ha vulnerado el núcleo social por excelencia, que es la familia. Por lo tanto, la creación de un sistema que nos permita creer en la posibilidad de cambiar para mejorar puede constituir parte de la transición hacia una nueva forma de pensamiento.
Tal vez no es fácil para muchos de nosotros atrevernos a dar el primer paso hacia una vida en la cual no sigas el ritmo social preestablecido consistente en estudiar una carrera, conseguir un “buen” trabajo, casarte a tal edad, tener hijos, comprar tu casa, mantener el “buen trabajo”, pagar la educación de tus hijos para que ellos a su vez puedan conseguir un “buen trabajo“, etc.
Ahora bien, ¿Qué pasaría contigo si rompes un poquito el esquema? ¿Si modificas o retrasas tal vez algunas fases para poder tener la oportunidad de disfrutar un poco más de tu vida? Yo te voy a decir qué es lo que pasaría: Podrías romper el esquema y estar mejor preparado para la siguiente etapa, habiendo vivido de una forma que te haga sentir satisfecho.
Mucha gente que conozco sufre precisamente esta insatisfacción por seguir el esquema socialmente aceptado y darse cuenta que desperdició los mejores años de su vida en el esquema y no era justamente lo que había planeado.
Cabe aclarar, que nunca es tarde para iniciar los procesos que nos permitan cambiar nuestros esquemas, el mejor momento para iniciar el cambio es cuando estamos realmente preparados y esta preparación se va dando paulatinamente de manera congruente con nuestros ideales, que constituyen procesos internos y externos de crecimiento y aprendizaje.
Romper esquemas no tiene que ser una transición radical, no puedes dejar de ser quien eres de un momento a otro, sin embargo, debe permitirte alcanzar tus objetivos personales y crear una motivación constante; la importancia de nuestra era estiba precisamente en la posibilidad de ser, estar y existir y formar parte de un grupo coincidente, que te brinda el apoyo para lograr esos objetivos.
Un aspecto sumamente importante que debemos cultivar es la Tolerancia, concepto fundamental para alcanzar el respeto a los demás y hacer valer nuestras ideas en base al aprecio e interés que pongamos en las intenciones del otro. Ya basta de seguir un camino equivalente a lo dispuesto por sociedad, es momento de cultivar y pluralizar las ideas para formar nuevos criterios en base a nuestra realización personal.
Romper esquemas es una forma de crecimiento individual que puede vivirse de manera sorprendente, atrévete a innovar y adoptar una nueva forma de pensamiento, el resultado puede sorprenderte.
Omar Carreño
http://analisisrealista.com/2011/06/15/rompiendo-esquemas/