La felicidad no la vamos a encontrar en un año, meses o semanas, sino en el momento presente, porque el valor del tiempo es un bien muy preciado y al que hacemos poco caso. Es más, tendemos a malgastarlo, como si nos sobrara.
Si pensamos en el pasado nos lamentaremos de cosas que nos gustaría haber hecho mejor, o haberlas evitado. Ello nos provocará sentimientos de pesar. Y si pensamos en el futuro nos creará problemas de ansiedad, por cosas que aun no han sucedido.
Por ello, solo podemos lograr el máximo de esta vida obteniendo el máximo de cada momento. Viviendo el aquí y ahora, como si este día no volviera. Y es una perogrullada, pero es verdad, este día no volverá.
Colecciona momentos felices, bonitos, de sensaciones de relaciones, de lugares…
Porque quien vive el aquí y ahora no tiene tiempo para lamentarse por su pasado ni para preocuparse por su futuro. Si queremos ser felices debemos aprender a apreciar lo que ya tenemos, y todo lo que ya tenemos esta aquí y ahora.
Por ello, vivir el momento presente es una de las mejores maneras de vencer a las preocupaciones y a los miedos. Centrémonos en lo que hacemos hoy y no en lo que hicimos o haremos.
Con ello, se reducen los sentimientos de ansiedad y de depresión, la efectividad laboral aumenta y las relaciones mejoran, enriqueciendo nuestra vida. ¡A vivir el presente ¡
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