¿Prefieres tener razón o ser feliz?, todos tenemos opiniones sobre quién tiene razón y quién está equivocada, según nuestra propia forma de entender las cosas; y todos podemos encontrar razones que justifiquen nuestra opinión y nuestros sentimientos. Deseamos castigar a otras personas por lo que nos han hecho. Sin embargo, somos nosotros quienes "pasamos la película " una y otra vez en nuestra mente. Esto nunca castigarnos por el daño situado en el pasado.
La realidad y dejada atrás es el pasado es preciso estar dispuestos a perdonar, aún cuando no sepamos cómo hacerlo. Perdonar significa renunciar a nuestros sentimientos dolorosos y sencillamente dejar quién lo que los provocó se marche. Un estado de no perdón efectivamente destruye algo dentro de nosotros.
Se ha cuál sea la senda que sigues, lo normal es que descubras que el perdón es un asunto importantísimo en cualquier momento. No perdonar a una persona no le causara el menor daño a ella, pero a nosotros nos provoca estragos. El problema no es de ella. El problema es nuestro.
Los rencores y heridas que suelen tener mucho que ver con perdonarnos a nosotros mismos, no es otra persona, afirma que está dispuesto totalmente a perdonarte, dispuesto a liberarte del pasado. Te estás dispuesto a perdonar a todos aquéllos que alguna vez que hicieran daño y perdonarte por haber dañado a otros. Si piensas que alguien te hizo daño en algún momento de tu vida, bendice a esa persona con amor y libérala. Después, desecha el pensamiento.
Quizá yo no estaría aquí sino hubiera perdonado a las personas me hicieron daño. No deseo castigarme en el presente por lo que ellas me hicieron en el pasado. No quiero decir que lograrlo haya sido fácil. Sólo que ahora puedo mirar atrás y decir: " ah, si, eso es algo que sucedió”. Pero ya no estoy allí. Y no es lo mismo que justificar o el excusar su comportamiento.
Si te sientes estafado o timado por alguien, hazle saber que nadie puede quitarte nada que sea tuyo por derecho. Si te pertenece, volverá a ti en el momento oportuno. Si algo no retorna, eso quiere decir que no había de volver. Acéptalo y continúa con tu vida.
Para ser libre es preciso abandonar el resentimiento " que clama justicia " y superar los sentimientos de autocompasión. Cuando sufres un ataque de autocompasión, te conviertes en esa persona desamparada que no tiene ningún poder. Para tener poder es preciso estar con los pies apoyados en el suelo y asumir la responsabilidad.
Tomate un tiempo, cierra los ojos e imagínate un hermoso riachuelo que pasa junto a ti. Coge esa vieja experiencia dolorosa, la herida, la falta de perdón y lánzalo todo al riachuelo. Observaba cómo comienza a disolverse avanzando río abajo hasta que se disipa y desaparece totalmente.
Ha llegado el momento de la compasión y la curación. Entre el interior y la comunicativa, esa parte tuya que sabe curar. Eres increíblemente competente. Y estás dispuesto a avanzar hacia nuevos planos para descubrir actitudes de las cuales ni siquiera tenías conciencia, no sólo para curar la enfermedad o malestar, sino también para sanarte a ti mismo en todos los aspectos posibles, para hacer que se integren en el sentido más profundo de la palabra, para aceptar cada parte indiscriminada experiencia haya extendido, y para saber que todo esto forma parte de la trama de tu vida en estos momentos. Ojala pudiéramos comprender que todos nuestros supuestos problemas son sólo oportunidades para que crezcamos y cambiemos, y que la mayoría de ellos proceden de las vibraciones que hemos estado emitiendo. Lo único que necesitamos hacer es cambiar nuestra forma de pensar, y estar dispuestos a disolver el rencor y a perdonar
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