Paciencia... palabra profunda, ser paciente es un valor y una virtud que podemos desarrollar !
La paciencia requiere de madurez emocional, conocimiento y sensatez.
A diario nos enfrentamos con una vida llena de carreras y prisas, estrés y ansiedad, si tu nivel de paciencia es bajo lo más factible es que renuncies o sedas ante la primer apuro.
La paciencia no es pasividad es tolerar con calma y tranquilidad los percances o adversidades y para eso necesitamos canalizar el estrés, controlar las emociones, considerar objetivamente el acontecimiento requiere de madurez... tener paciencia es mantener la mente clara y positiva a pesar de las circunstancias, es liberarnos de los apegos, de la ira y tener autocontrol. Para esto debemos conocer nuestros limites, tener el espacio para reconocer nuestras emociones y poderlas controlar y como siempre la constancia y la disciplina nos permitirán reducir las raciones automáticas para darle paso al control, a la empatía y la asertividad.
Bien, esa es la teoría, pero en la practica saber aplicar los conocimientos requiere de tiempo, disciplina y mucha concentración, si nos ubicamos en una situación de conflicto, las emociones en juego que se disparan unidas a un intento por no sentirnos vulnerables y escapar de la situación, nos impulsan a actuar sin medidas, no controlamos lo que decimos, no pensamos, ni esperamos, solo reaccionamos y causamos más dolor, más malestar o incomodidad al momento, pero también nos puede pasar que hagamos todos los intentos por relajarnos, respirar, mantener la calma y disimular, pero lo cierto es que la ira y toda su familia son imposibles de ocultar y lo que digas en momento no importará... importará la energía, el tono de voz, es decir toda la vibración de tu impaciencia saldrá a flote.
Practicar la paciencia tiene más que ver con comenzar por no hacer nada ante las emociones internas que nos alteran, permitirnos un espacio para que ese sentimiento que nos perturba aflore internamente sin represión, aún cuando conscientemente debemos controlarlo, neutralizar la ansiedad de respuesta cultivando el esfuerzo y el coraje, equivocadamente pensamos que al quejarnos, al reaccionar y hasta dar unos cuantos gritos nos libera la rabia o esa molestia que se instala en nosotros cuando nos invade la impaciencia, pero muy contrario a ello intensificamos la ansiedad.
Creo que encontrarle el verdadero significado a la paciencia es aprender a vivir esos momentos inquietantes y molestos bajo las perspectiva de que no todo se almolda a una circunstancia de seguridad y bienestar, reconocer que debemos vivir y pasar por esos momentos sin reprimir las emociones negativas pero con el control sobre ellas, advertir hasta que punto nos conducen y aprender a vivir con eso.
Desarrollar la paciencia es conocernos y descubrir que tipo de sentimientos nos mantiene atrapados y apegados a ciertas eventualidades y darle cabida a la verdadera libertad de elegir como queremos ser y como realmente queremos actuar.
Conectarnos con el desapego requiere de más paciencia y autoconocimiento, es equivocarnos sin condenarnos, es no confundir el amor con propiedad ni dominio, es buscar el verdadero porqué y para qué de mis deseos, el sentimiento de apego condiciona la felicidad, las emociones llegan para enseñarnos que algo por allí las impulsa y las alimenta ya sea una creencia o un pensamiento.
Somos humanos y cometemos muchos errores y equivocaciones, la impaciencia es en parte ubicarnos en un tiempo futuro que aún no llega, por eso debemos vivir el aquí y el ahora, perseverar y tolerar es el reto.
¿Cómo te sientes cuando pierdes la Paciencia?...
Desarrolla la paciencia, no pierdas de vista tus objetivos, examina las ganancias de un estado de equilibrio, reconoce aquellas situaciones que te hacen perder la paciencia y trabaja en ellas, desarrolla un plan de acción para lograrlo, observa las oportunidades y aprovéchalas, practica la asertividad se tolerante y flexible contigo mismo, aumenta tus conocimientos pero sobre todo ponlos en práctica.
Samantha Ferrer