Reiki es una técnica japonesa para disminuir el estrés y la relajación que además promueve la cicatrización.
Es aplicado por “imposición de manos” y está basado en la idea de que uno no se ve “energía vital” fluye a través de nosotros y es lo que nos hace estar vivos.
Si uno de “energía vital” es baja, entonces estaremos más proclives a enfermarnos o sentir más estrés, y si es alto, somos más capaces de ser felices y sanos.
El tratamiento de Reiki se realiza imponiendo las manos sobre la zona a tratar pero lo cierto es que el Reiki trabaja de manera global en todo el cuerpo.
Reiki actúa de forma global cuando se aplica sobre cualquier parte del cuerpo, pero lo ideal es situar nuestras manos en los lugares que están afectados por una dolencia en particular o cerca a las regiones afectadas.
¿Cuánto tiempo se necesita?.
Para el tratamiento se dedica de entre tres a cinco minutos a cada una de las posiciones, supone una sesión de una hora, de comprobada eficacia para activar un proceso auto depurativo del cuerpo, si se realiza cuatro días consecutivos.
Se esta forma se estimulan las defensas del organismo y su propia fuerza hemostática que lo pone nuevamente en equilibrio y armonía, tras el relativo período desintoxicante que seguirá en forma natural.
Puedes experimentar con tus propias posturas, recibiendo por intuición la guía que lleva tus manos a los lugares del cuerpo, por el tiempo que estimes adecuado.
Recordar que el Reiki proviene de una fuente ilimitada e inagotable; y que conlleva el amor, la compasión y la sabiduría divinas. No hay límites a los beneficios que puedes recibir del Reiki.
¿Dónde hacer el tratamiento de Reiki?.
Se debe tener en cuenta la calidad vibratoria de la habitación en la que das Reiki si quieres mejorar los resultados de tus terapias, asegurarse además de que la habitación no esté muy fría o muy caliente, debe haber una temperatura agradable, que circule en lo posible aire fresco y no esté cargada.
Una habitación ordenada y limpia ayuda, porque la energía negativa y las malas vibraciones suelen acumularse alrededor del desorden y de la suciedad.
Pueden utilizar incienso, esencias aromáticas o flores frescas, esto ayudará también a subir la vibración. Música suave, tipo “New Age”, durante el tratamiento, ayudará al paciente a ser más receptivo y a estar más abierto.
Luego de meditar unos minutos y calmar tu mente, utiliza tu mano dominante para dibujar en luz el símbolo del Poder en cada pared, en el techo y sobre el suelo, este símbolo es activo a partir del 2º nivel de Reiki.
Mientras lo haces decir mentalmente, “Bendigo esta habitación con luz”, puedes mandarle además energía a distancia a tu paciente según viene a la sesión, para que esté relajado y en un estado receptivo cuando llegue.
Meditación, su importancia:
Hay que ser conscientes que, dar Reiki, es una experiencia espiritual y que es más apropiado darlo con reverencia. Al meditar en el flujo del Reiki, mientras pasa a través tuyo, si meditás con la mente en silencio o centrada en el “Ser”, experimentarás la energía más directamente, pero además incrementarás su flujo.
Según meditás en la energía del Reiki, tu mente se sumerge en ella, y esto posibilitará que estés en mayor armonía con su flujo, permitiéndolo fluir más libremente.
Mientras haces esto, puede sentir corrientes de energía fluir por diversas partes de tu cuerpo, inclusive tu columna, tus chacras, brazos y manos.
Puede que sientas también calor, sensaciones relajantes, hormigueo, vibraciones, pulsaciones u olas de energía pasando a través tuyo. La energía Reiki puede aparecer como partículas diminutas de luz blanca o dorada, u otros colores de energía fluyendo a través tuyo.
Estas experiencias son muy placenteras y además sanadoras para el practicante de Reiki, al mismo tiempo, aumentan el beneficio del paciente.
Según meditas en el Reiki de esta forma, estarás abriendo también los canales por los que fluye el Reiki, potenciando el Reiki que canalizas a tus pacientes. Las invocaciones y oraciones son también un modo efectivo de incrementar la fuerza del Reiki.
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