Este es otro punto de vista.... que se complementa con el de las terapias convencionales y llega a reemplazarlas.
"A-dicción" significa lo "no dicho", y en relación al tema que no socupa, podríamos hacer alusión a los "secretos", a los "ocultamientos", a lo "no expresado". Y dando un paso más, nos encontramos con las "carencias", de afecto, de contención, de contacto, de presencia, de escucha.
Escucharon hablar de los "hogares o familias disfuncionales?" Sí, a este punto quería llegar: la disfuncionalidad es la distorsión en los roles o funciones de los integrantes de una familia (algún padre o madre se vuelve "hijo" o "hija" d sus propios hijos, por haber sufrido a su vez, carencias en sus familiares primarias).
Ahora, entonces, llegamos a comprender cómo se articulan las "carencias" con la "disfuncionalidad": la familia en la cual sus integrantes se identifican con roles distorsionados, no cumplen saludablemente los objetivos de toda familia: la crianza y cuidado de los hijos, tanto como el respeto por el desarrollo de todos sus integrantes.
En tal situación, es lógico que aparezcan las carencias a nivel afectivo, el amor expresado a través de manipulaciones hacia el otro, y, muy especialmente, la negación rotunda de esta situación que se vuelve una especie de "secreto familiar".
Llegados a este punto, podemos empezar a comprender la relación de esta circunstancia yla aparición de adicciones al alcohol, a las drogas, al juego, a la comida, a las personas...
El vínculo se establece "desde la carencia", desde "lo que me falta para ser feliz", esto de que "no puedo vivir sin...." en lugar de elegir la situación, el objeto o la persona libremente, sabiendo que se hace desde la sensación de plenitud y no desde la vivencia de "falta de".
Nuestra cultura no colabora en la constitución de vínculos sanos, ya que, a través del llamado "consumismo" se nos estimula a ser más dependientes, a creer que siempre nos falta algo, que si no tenemos un producto determinado, ya casi ni somos "dignos". Por otro lado, los mensajes expresados a través de canciones populares que afirman que "no puedo vivir sin tí", o "tu ausencia me mata", o cosas por el estilo, no hacen más que confundir un romanticismo sano con una especie de inmadurez afectiva casi infantil.
La Terapia Floral aporta valiosos elementos tanto desde las esencias mismas como a través de su propia filosofía para revertir gradualmente las adicciones.
En el Sistema Floral Bach contamos con flores como:
Rescue Remedy, Agrimony, Centaury, Chestnud Bud, Chicory, Crab Apple, Gorse, Holly, Pine, Walnut, las cuales revierten en forma permanente cuadros de shock, negación, falta de límites, no aprendizaje de la experiencia, manipulación, intoxicación, falta de fe, ira, culpa y no poder cambiar, respectivamente.
En el Sistema Floral de Bush podemos señalar:
Remedio de Emergencia, Alpine, Mint Bush, Black Eyed Susan, Bottlebrush, Crowea, Isopogon, Monga Waratah, Mountain Devil, Old Man Banksia, Philoteca, Red Helmet Orchid, Southern Cross, Sturt Desert Rose, Waratah, Wedding Bush. Transforman positivamente situaciones de desborde emocional, cansancio por atención de otros, hiperactividad compulsiva, no poder cambiar, ansiedad, no lograr aprender de la experiencia, dependencia de los demás, ira, no poder poner límites, sentirse poca cosa, mala relación paterna, sentimiento de ser víctima, culpa, desesperación, falta de compromiso, respectivamente.
Los cambios son graduales y permanentes, siendo recomendable además, la participación en algún grupo de autoayuda específico, dado que esta problemática se inició en un grupo, la familia, y requiere la práctica de nuevas formas de vincularse más sanas.