La espiritualidad es una área que siempre se impacta de una manera profunda a lo largo del proceso adictivo. También es la que mas lentamente se recupera. Su importancia radica en las funciones tan elevadas que se gestan en esa área del ser, como lo son la capacidad de amar y la trascendencia.
Al intentar definir la espiritualidad, y para efectos prácticos, nosotros utilizaremos el modelo de "constitución trascendente del ser humano" , que nos señala al espíritu como: el aliento de la vida, lo que anima al cuerpo y a la mente. De esta manera la espiritualidad puede ser definida como el estado de funcionalidad de ese espíritu, especialmente en relación a sus tres dimensiones: la personal, la interpersonal y la universal.
Para una buena salud espiritual es necesario que la persona mantenga una relación adecuada con esto tres niveles.
De hecho la conección del espírtu con el universo (el inconciente colectivo de Jung), o "factor transcendental" es la conección más importante pues, es a través de esa relación, que la fuerza espiritual nutre el resto de las facetas del ser. La conección personal es la relacioó con el propio yo, y la relación interpersonal es la manifestación de esa fuerza en nuestras relaciones. De esta manera si hay una desconección con la fuerza o factor trascendental, los otras dos niveles estarán bloquedos tambien.
Las adicciones causan una desconección con la realidad espiritual interior, y con la fuerza trascendental universal. Esta desconeccion no es inmediata sino progresiva y puede ser reversible. Mientras más severa se vuelve la adicción, más profunda es la desconección espiritual interior. Esto a su vez funciona como un círculo vicioso, pues el vacío interior resultante, predispone más aún al uso como forma de llenar estos vacíos, pero esta es una solución temporal, agravando la desconección a largo plazo y reforzando la dependencia.
Una vez en recuperación la fuerza de la reconección funciona a través de un flujo natural. No es necesario trabajar en la reconección, pues ella se da expontáneamente. El trabajo de la recuperación consiste en trabajar en nosotros y el entorno, para poder disminuir o remover los obstáculos que bloquean ese flujo de reconección interior.
No confundamos la espiritualidad con la religión o la religiosidad. La espiritualidad es la escencia del ser. La espiritualidad es lo que mueve a una persona a buscar significado en su vida. La religión se refiere más al conjunto de dogmas, doctrinas y rituales que sirven de base para un modelo de relación espiritual.
Se pueden definir tres instancias para poder entender la dinámica de la espiritualidad:
1.- El elemento espiritual o "factor trascendental" o poder superior: es la fuente de la fuerza espiritual. Lo que nos anima e impulsa a buscar y vivir una vida con significado trascendental.
2.- La condición espiritual, se refiere a la relación entre el ser individual y el elemento espiritual o poder superior.
3.- La disciplina espiritual, que es lo más cercano a la definición de religión. El conjunto de rituales o prácticas destinadas a nutrir la relación espiritual.
Una religiosidad fuerte no garantiza una conección espiritual robusta, así como la falta de religiosidad, no necesariamente esta asociada, a falta de espiritualidad.
Cada persona desarrolla instintivamente una relación especial con el elemento espiritual que es personal e íntima.
Los grupos de autoayuda, basados en los Doce Pasos, son una herramienta poderosa en la disciplina espiritual de la persona en recuperación.
La participación en la propia religión o doctrina del adicto en recuperación, es otra forma valiosa de disciplina espiritual que ayuda a nutrir la espiritualidad
Actividades relativas al arte, la vida familiar, la práctica de principios espirituales en la vida diaria, son formas útiles de reforzar y compartir el crecimiento espiritual.
En escencia la espiritualidad es un fenómeno íntimo y trascendente que es vital para el desarrollo de una recuperación de calidad, y es además, fuente de motivación para nuestra mision y búsqueda de significado en la vida.
Una vez que el crecimiento espiritual se fortalece se comienzan a notar algunos cambios en la vida diaria del adicto en recuperación.
Algunos de las manifestaciones del crecimiento espiritual son:
1.- Adecuada capacidad de relacionarse y compartir, asi como servir a los demas
2.- Serenidad interior que se refleja en las actuaciones y en la personalidad individual.
3.- Capacidad de valorar lo cotidiano y lo que aprentemente es intrasendente.
4.- Capacidad de jugar y expresar sentimientos
5.- Disminucion del egocentrismo y de la necesidad de validacion externa
6.- Disminucion de la necesidad obsesiva e irazonable de control en las relaciones personales
7.- Mayor dedicacion al servicio desinteresado.
8.- Confianza renovada en el provenir, percibiendo al universo como un sitio amoroso y seguro.
9.- Desapego creciente a las fuentes materiales de seguridad o satisfacción, como el dinero, sexo, prestigio o propiedades.
10.- Capacidad de maravillarse con la simplicidad.
Recuerde siempre que la razón última o el significado del desarrollo espiritual es algo muy personal, pero nunca debe ser visto como el fín en sí mismo, sino como un don que debe ser compartido para poder conervarlo.
http://www.adicciones.org/recuperacion/espiritualidad.html