Estoy harta de que nuestras normas sociales se metan hasta en nuestro concepto de amor. Entendemos el amor como algo finito, como si pudiésemos consumir amor, como si fuera escaso y nos pudieran quitar ese amor de las manos. Como si pudiésemos acumular o poseer ese amor.
Es entonces cuando la religión o la sociedad inventa palabras como celos o infidelidad. ¿Qué quiere decir infidelidad? El amor es infinito y queremos a muchas personas. ¿Sólo se es fiel si se quiere a una sola persona? Eso no tiene sentido, eso es dependencia, no amor.
El amor sólo puede darse. No estoy segura ni de que se pueda recibir. Cuando amamos esperando que nos amen a cambio, eso no es amor. Eso es puro egoismo. Cuando amamos para proyectar un futuro o para que la persona amada actúe de una forma u otra, eso no es amor, eso es manipulación.
El amor es un estado y la persona que está en ese estado puede emitir amor hacia otras personas.
Tú, ser puro, que, desde este momento en que estás escuchando o leyendo estas palabras, dejas de serlo, dame la oportunidad de aprender de ti, de desaprender todo aquello que me ha impuesto la sociedad y cuando toque nuestro momento de independencia, recuérdame que necesitamos librarnos de ti y de mí para encontrarnos.