Liz era una pequeña niña de apenas 4 añitos, era muy extrovertida y no le gustaba jugar con más niños, sus padres se tuvieron que mudar a la capital de México por que a su papa le ofrecieron un mejor puesto y mucho más dinero en una empresa de cómputo en Santa Fe, sin embargo las rentas allá son elevadísimas, por lo que buscaron un lugar dentro del D.f. para poder vivir bien y no gastar tanto en rentas pues a pesar de que el sueldo es realmente bueno, si pagaran una renta ahí no quedaría mucho para los gastos; así que decidieron buscar un departamento en una colonia no tan lejana dentro del D.f. pues fue lo que les recomendó la suegra de ella; así que encontraron un departamento muy amplio en la colonia Roma, aunque el edificio es algo viejo, el departamento es realmente barato y la escuela de la niña estará realmente cerca; así que pronto firman el contrato y traen sus muebles en una mudanza.
Cuando llegan al departamento, los mudanceros comienzan a acomodar los muebles y uno de ellos le pide de favor a Mónica que retire a su niña de la recamara pues casi le pegan con un mueble en la cabeza, ella extrañada piensa que Liz esta en casa de una amiga muy cerca de ahí y no sabe de lo que habla, así que entra a la recamara y se da cuenta que no hay nadie, a lo que piensa que el joven tan solo la quiere espantar.
Los mudanceros se retiran y ella ve todas las cajas apiladas y piensa que será realmente mucho trabajo, así que vuelve a abrir la puerta del departamento y sale para ir a descansar a casa de su amiga y seguir con el proceso de mudanza, mientras su esposo Manuel sigue trabajando los primeros días allá en Santa Fe, de pronto al cerrar la puerta escucha un ruido estruendoso proveniente de la casa y entra apresurada para darse cuenta que una de las cajas apiladas calló al piso y algunas de las cosas de su interior salieron para desparramarse y en algunos casos romperse, ella ve esto, y piensa que los señores de la mudanza no debieron ganarse esos $100 pal chesco.
Así que de nuevo cierra la puerta dejando aquel desorden y se retira, Manuel le marca al celular y le dice que pronto irá con ella a casa de su amiga en donde pasarían su última noche, para que al siguiente día comenzaran las labores de arreglar su nueva casa; así pasan su última noche como inquilinos de la amiga de su mujer y ese sábado se van desde temprano junto con Liz a arreglar todo aquel lugar.
Mónica abre la puerta y se da cuenta que la caja que había dejada tirada en el suelo ahora esta de vuelta sobre la caja y con todo lo del piso dentro de la caja; ella piensa que quizá fue imaginación suya y comienza a desenvolver todo lo de el interior de todas las cajas, no sin antes armar el corral de Liz y dejarla dentro junto con algunos juguetes.
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