Respetarse
Cuando de los demás se trata buscamos remarcar sus virtudes y hacerlas/los sentirse especiales, sobre todo cuando los amamos mucho. Pero cuando se trata de nosotras nos auto castigamos constantemente. Nos miramos al espejo y remarcamos todas nuestras “imperfecciones” , nos decimos, una y otra vez, cosas que nos hacen mal, que nos lastiman, que menoscaban nuestra autoestima y lo peor es que estamos tan acostumbradas a este diálogo interno negativo que ni siquiera nos damos cuenta.
Como mencioné antes, el bombardeo constante de imágenes falsas o de perfecciones falsas, logran hacer que lo demás tenga un sobre valor y que nosotras no valgamos nada.
Es hora de mirar hacia adentro, no importa qué dice el exterior, que marca como bello o no, como bueno o no.
La única forma de aceptarse es buscar los propios valores, la propia belleza, la propia grandeza.
Ejercicio para Realizar:
Cada vez que te mires al espejo comienza a decirte cosas agradables:
lo belleza e inteligente que eres;
la suerte que posees de ser mujer;
lo fuerte que has sido en situaciones difíciles;
la valentía que has tenido y que siempre tienes para vivir a diario;
Y todo aquello que quieras comenzar a señalarte.
Al principio te van a parecer mentiras, te vas a mirar y vas a decir:
¿A quién quiero engañar? , ¡No soy nada de esto que digo!
Pero insiste, continúa.
En algún momento comenzarás a creerlas.
Ten paciencia.
Estas muy acostumbrada a decirte o notar todo lo que crees que está mal.
Pero si insistes en tratarte bien verás cuantas cosas buenas, que creías que no poseías, están allí sin ser vistas.