El peor error que solemos cometer es el no saber tomar conciencia de nuestras responsabilidades, bien sea responsabilidad, por lo que hicimos, responsabilidades por los que no hicimos, y peor aun, responsabilidades por lo que haremos al respecto. La mayoría de los seres humanos, tenemos la tendencia, consciente o inconscientemente, de continuamente evadir nuestras responsabilidades.
- Evadimos las responsabilidades, de asumir nuestros errores, para no sentirnos culpables.
- Evadimos las responsabilidades de asumir que cosas pudimos haber hecho y no la hicimos, para evitar sentirnos culpables, y para no sentirnos ignorantes.
- Evadimos las responsabilidades de lo que tenemos que hacer para no asumir riesgos. La verdad, son muchas cosas las que no asumimos para no tener que lidiar con la culpa, con los riesgos, con las consecuencias de nuestras acciones, para burlar nuestras conciencias y no nos acuse, para no dañar nuestra reputación o la imagen que tenemos de nosotros mismos. Lo peor de eso, es que mientras mas nos tardemos en asumir nuestras responsabilidades, peor serán las consecuencias, la culpa y los riesgos.
Muchas veces, tenemos la fatal idea de que si no asumimos riesgos no perdemos, pero muchas veces hay riesgos, que mas que eso son nuevos retos que nos llevaran a lograr nuevas metas, y si no los asumimos nunca, no llegaremos a la meta nunca. También, tenemos la fatal idea de que si asumimos la culpa que tenemos por lo que hicimos o dejamos de hacer, siempre la conciencia nos va a seguir atacando y haciendo daño por el resto de nuestras vidas.
Pero no tiene que ser así, puesto que una vez, que hayamos asumido concientemente, nuestra responsabilidad de verificar que tan culpables somos o no, nos queda la necesidad, de asumir que responsabilidad tenemos que asumir al respecto, es decir, que podemos hacer para cambiar lo que hicimos mal, tomando mejores decisiones presentes y futuras.
Mientras más tardemos en asumir responsabilidades, mas tardaremos en llegar a metas, en alcanza sueños, en sanar heridas, confrontar emociones, solucionar situaciones, sustituir sentimientos, y muchas otras cosas.