hay que comprobar que nuestras metas son congruentes con nuestras creencias y valores. Nuestras creencias, estas son las que nos limitan o nos motivan para conseguir nuestros objetivos, por eso es muy importante que establezcamos una filosofía de apertura, de amplitud de miras y que no nos limite, para eso es muy importante identificar las creencias limitadoras.
¿Qué cosas te impiden llegar a tu objetivo? ¿Son reales, o solo son tus miedos? ¿A qué le tienes miedo?¿Lo peor que puede pasar vale de verdad que olvides tus objetivos?¿Lo peor que podría pasar, tiene solución? Lo importante antes de comenzar el proceso de cambio es cambiar las creencias limitadoras por creencias motivadoras, estar convencido de que somos capaces de todo lo que queramos aunque nos exija un esfuerzo, y en la constancia de ese esfuerzo está la clave. No hay más que ver las antiguas civilizaciones, las cosas grandiosas que hicieron con unos recursos tan precarios, muchas de esas civilizaciones desaparecieron a causa de creencias destructivas y la imposición de unas personas sobre otras.
Hoy en día tenemos numerosos y amplios abanicos de recursos para conseguir nuestros objetivos como literatura, Internet, Informática, formación gratuita y de pago, multitud de asesores y de oficinas públicas que dan información, soporte y ayuda para nuestros proyectos. A menudo las barreras internas son mucho más limitadoras que las externas, las externas se pueden sortear, pero las internas si no las cambiamos nos paralizarán.