Todos estamos expuestos diariamente a tener una desilusión, no sólo en la relación de pareja también en las demás situaciones de la vida diaria.
En la relación de pareja.
(Desilusión) Es bueno dejar en claro que, no podemos relacionar romance con el noviazgo y desilusión con el matrimonio y se debe poner especial atención en deslindar las etapas, porque en todas las situaciones en que interactuamos con personas, se van a presentar estos períodos.
También, porque ambas etapas se viven en cualquier relación de pareja, sin diferenciar el estado de ella, bien de solteros o casados. También se presenta en las relaciones interpersonales.
Cómo enfrentar la desilusión con su pareja:
Al compartirle a su pareja las cuestiones que lo desilusionaron, procure mostrar sus sentimientos heridos, aspecto para tener presente y no afectar aun más, su noviazgo; hágalo no a modo de reclamo, sino enfatizando en cómo se sintió usted, frente a la situación, que lo ha desmotivado, provocándole una baja en su enamoramiento, llevándolo a replantear su posición y su participación en la relación de novios.
Muy importante, se trata de mostrar sus sentimientos heridos y no de un ataque frontal a la persona y ni para enrostrarle sus fallas o hacerla sentir culpable. No le lance basura, comparta con humildad pero sin perder la firmeza. Recuerde que son sus sentimientos heridos y no otra cosa. Quizá su generosidad, consiga aliviar las heridas.
Es frecuente en las relaciones de pareja que ambos sintamos una desilusión por actos ajenos a nuestro comportamiento, es decir, por situaciones internas o externas que nos afectan, como una enfermedad, la muerte de un ser querido, perder el empleo, un problema financiero, etc. llevándonos a sentir dolor, angustia, tristeza, pero ocurre que en esos momentos nuestra decisión de amar nos une fuertemente y aunque no tengamos sentimientos de felicidad, sí los tenemos de integridad, apoyo y cercanía, haciendo más soportable el momento, por lo que nos sentimos a gusto compartiendo nuestras vidas, aun en medio del dolor o la tristeza.
Al tomar la decisión de amar, disminuimos los períodos de desilusión y conseguimos la verdadera alegría, aquella sensación de regocijo y aceptación mutuos al sentirnos radiantes de compartir nuestras vidas, acompañados, apoyados, amados y valorados como personas.
El Júbilo: Es la sensación de integridad, cercanía y apoyo recibidos a través de la decisión de amar, porque con esta podemos superar el egocentrismo y el orgullo, para pasar a enfocarnos en nosotros como pareja. Es conseguir la armonía y el entendimiento en la relación al superar la desilusión.
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