ENTERRADOS VIVOS
Isaac Ramirez Perez
Era de San Andrés Minas en Honduras. Tenía 27 años. Fue declarado muerto en el Hospital de Occidente tras realizarle una cirugía de vesícula el 7 de Octubre de 2009.
Después de que se le diera por muerto, fue velado por su familia durante varias horas. Una vez que se le dio sepultura (en el cementerio de Azacualpa, aldea de La Unión, Copán), los vigilantes cambiaron el turno a los compañeros de la noche. Durante la noche, oyeron aterrados golpes y voces desde un nicho: “¡Sáquenme de aquí!, ¡Sáquenme de aquí!, Noelia, mamá!". Esto sucedió el 8 de Octubre de 2009.
“Siempre hacemos rondas, aquí se duerme poco. A veces con tanta historia y con la soledad es normal que se escuchen cosas, pero esa noche se oyó bien cuando el muchacho gritaba." Contó uno de los vigilantes. "Eran gritos de angustia, pero nosotros teníamos temor. Pasamos toda la noche pensando en lo que habíamos escuchado”, relató uno de los centinelas.
Cuandose hizo de día y los guardias hicieron el cambio de turno, comentaron lo ocurrido a sus compañeros y entonces se enteraron de que el día anterior habían sepultado a Isaac.
De inmediato la noticia corrió en el pueblo y avisaron a los parientes. A las ocho de la mañana, los hermanos de Isaac y los vecios llegaron hasta el cementerio. Los familiares, armados con una barra abrieron la tumba y sacaron el ataúd.
El cuerpo de Isaac estaba sudado, la camisa que escogió su madre para enterrarlo estaba desabotonada y su pecho presentaba varios arañazos.
Tenía sudor en la frente, el cuerpo estaba flexible y caliente.
“Cuando abrimos el ataúd Isaac sudaba, estaba caliente y abrió un ojo. No podíamos creer lo que estaba pasando". Dijo el hermano.
Cuatro horas después el médico certificó por segunda vez en 24 horas la muerte de Isaac, pero esta vez por asfixia.
Anna Hockwalt
Nota periodística del 8 de febrero de 1884, publicada en diario The New York Times:
“DAYTON, Feb. 5.- Una sensación fue creada aquí por el descubrimeinto del hecho que la señorita Hockwalt, una joven dama de la alta sociedad, quien supuestamente había muerto improvistamente el 10 de Enero fue enterrada viva.
La terrible verdad fue descubierta solo hace unos días y desde entonces ha sido el comentario de la ciudad. Las circunstancias de la muerte de la señorita Hockwalt fueron peculiares. Ocurrió en la mañana del matrimonio de su hermano con la señorita Emma Schwind en la iglesia Emannel. Poco antes de las 6, la joven se estaba vistiendo para la ceremonia y había ido a la cocina. Unos momentos después fue encontrada sentada en una silla con su cabeza apoyada en la pared y aparentemente sin vida.. el Dr. Jewett la declaró muerta.
En esos momentos se estaba leyendo la misa en la iglesia Emannel y se pensó que lo mejor era continuar, y el matrimonio fue realizado en majestuosidad.
El examen mostro que Anna era de temperamento excitable, nerviosa y sufría de taquicardia. El Dr. Jewett pensó que esta era la causa de la supuesta muerte. Al dia siguiente, la dama fue sepultada en Woodland. Los amigos de la señorita Hockwalt no fueron capaces de olvidar la terrible impresión de que sus ojos tenían un inusual color natural y no podían desechar la idea de que ella no estaba muerta. Ellos llevaron su preocupación a los padres de Anna y el solo pensamiento los asusto tanto que el cuerpo fue sacado de su tumba. Fue reportado que cuando el ataúd fue abierto se descubrió que el supuesto cadáver de Anna estaba recostado en su lado derecho. Se había arrancado el cabello de raíz y se había mordido la carne de los dedos.
El cuerpo fue nuevamente enterrado y se hicieron esfuerzos para negar los hechos, pero hay quienes afirman que vieron el cuerpo y que las cosas pasaron como se cuenta."
En diciembre de 1877, la "Gaceta Médica Británica (British Medical Journal)" publicó un artículo sobre el caso de una mujer desconocida quien fue enterrada en una fosa común. Días después del suceso, la tierra que ella tenía encima fue removida para sepultar ahí otro cuerpo y se observó que la manta en que el supuesto cadáver de la desconocida estaba envuelto se hallaba totalmente rasgado. La mujer incluso se había roto las extremidades tratando de salir de su sepulcro.
Mary Norah Best
Tenía 17 años, era la hija adoptiva de la señora Moore Chew. En 1871 fue declarada muerta de cólera en Calcuta, India. Fue introducida en un ataúd de pino y llevada a la cripta familiar de la familia Chew en un antiguo cementerio francés de Calcuta.
Diez años después, en 1881, la cripta fue reabierta para introducir el cuerpo de su tío. Al entrar, el asistente del sepulturero encontró la tapa del ataúd de Mary en el suelo. Su esqueleto estaba con la mitad dentro y mitad fuera del ataúd. Aparentemente después de ser sepultada, Mary despertó y luchó violentamente hasta que fue capaz de abrir la tapa de su féretro.
La hipótesis más aceptada sobre este caso indica que Norah fue envenenada por el cirujano que la declaró muerta precipitadamente (él obtendría algún beneficio con su muerte). Después, Norah habría despertado encerrada en un ataúd y lo habría hecho caer al suelo con un movimiento brusco. Roto, el féretro le habría permitido salir, pero el golpe en la cabeza por la caída la hizo desmayarse y posteriormente, morir.
Mr Jenkins
En febrero de 1885, el diario The New York Times publicó la historia de un hombre identificado como "Jenkins", quien fue declarado muerto después de pasar varios días en cama, primero con fiebre y después gélido, sin moverse y sin pulso aparente. Jenkins fue enterrado pese a que las personas que pusieron su cuerpo en el ataúd afirmaron que estaba tan flexible como el de una persona viva.
Días más tarde, el féretro fue exhumado con el objetivo de hacer un reacomodo en el mausoleo familiar donde estaba. Los encargados de hacer el traslado abrieron el ataúd para evaluar si el cuerpo podía viajar tal como estaba o si era más conveniente llevarlo en una base de metal y descubrieron el cadáver boca abajo, con grandes trozos de cabello arrancado en sus manos, además de varias rasgaduras en la tela del sarcófago.
Rosario Zuazagoitía
Cuando Rosario murió, en 1832, su hermana Carmen -quien después se casó con el viudo-, le ató las manos con un pañuelo, para simular que estaba rezando.
Cuando Carmen falleció, unieron sus restos con los de Rosario para introducirlas después en el mausoleo familiar. Al abrir la tumba, encontraron sus manos desatadas, su cuerpo en otra posición, incluso se hallaron trozos de uña incrustados en la urna.
Madame Bobin
Esta señora, fue diagnosticada con fiebre amarilla en 1901, cuando regresaba a Gran Bretaña a bordo de un barco.Estaba embarazada y volvía de un viaje a Senegal. Bobin fue puesta en cuarentena y dada por muerta cuando los músculos se le pusieron rígidos y la cara le palideció.
Poco tiempo después del entierro, una enfermera del hospital donde pasó la cuarentena le dijo al padre de Bobin que el cuerpo de su hija no estaba frío y que en su abdomen había músculos trémulos, y que a ella le parecía aún con vida cuando fue declarada muerta. Los restos se exhumaron y se descubrió el cadáver de un recién nacido muerto por asfixia. La autopsia reveló también que Bobin falleció de asfixia y que no había contraído fiebre amarilla.
La señora Blunden
La señora, era esposa de un comerciante de malta, estaba afincada en Basingstoke (Inglaterra).
En 1674 fue encontrada en el suelo, pálida y fría. A su lado encontraron una botella de brandy y un frasco de adormidera. Llegaron a la conclusión de que había fallecido debido a la ingesta masiva de adormidera.
El marido estaba fuera y no llegó ni al funeral ni al entierro, que fue en el cementerio de Hampshire.
Al día siguiente, unos niños jugaban cerca del camposanto y empezaron a oír golpes que procedían de alguna de las tumbas. Corrieron al pueblo, pero nadie les creyó. Así que, fueron solos a comprobar de dónde procedían los ruidos, descubriendo que eran de la recién enterrada Sra. Blunden.
Los niños volvieron al pueblo y esta vez un alguacil les acompañó, pero ya no se oía nada. El asunto llegó a los oídos de su marido, que acababa de llegar a la ciudad, y éste obligó al alcalde a que diese la orden para la exhumación del cadáver. Así se hizo, y la señora Blunden apareció con magulladuras, tenía los nudillos y las manos llenas de arañazos y heridas. Las autoridades decidieron volver a enterrarla y al día siguiente volvieron y trasladaron el cadáver al forense local y para realizarle un examen post-mortem .
La señora Blunden no estaba muerta, sino en estado de shock. Cuando volvieron a exhumar el cuerpo, descubrieron que el cadáver estaba más magullado que el día anterior. Tenía las muñecas rotas y las uñas estaban clavadas en la parte superior del ataúd, además tenía el rostro desencajado.
Hubo un juicio y varias personas fueron acusadas de su muerte y la ciudad fue multada por negligencia.
Fuentes:
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http://www.portalnet.cl
http://www.librosmalditos.com
http://books.google.es/
http://es.wikipedia.org
http://medtempus.com
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