Lo primero que tenemos que hacer para liberarnos del miedo, debemos identificar y eliminar nuestros engaños, en particular la estimación propia y la ignorancia del aferramiento propio.
La aceptación de las emociones desagradables es la condición previa para el cambio. Significa experimentar, sin negación o rechazo, que un hecho es un hecho, que sentimos lo que sentimos. Significa respeto por la realidad. No podemos hacer desaparecer nuestro miedo gritándole, o gritándonos a nosotros mismos, o reprochándonos porque nos sentimos culpables. El camino correcto es ser conscientes de esa emoción, recordando que somos más grandes que cualquier emoción aislada, convirtiéndonos en testigos, sin identificarnos con nuestro estado emocional.
EJERCICIO
1. Acostadas cómodamente en el suelo, cerrar los ojos y respirar profundamente, relajen su cuerpo, relajen las piernas, las caderas, el abdomen, los brazos, el tronco, el cuello, la cara. Respiren
2.- Continuar respirando naturalmente con los ojos cerrados. Aceptar que tenemos miedo. Díganse “TENGO MIEDO” Sabemos que todos lo padecemos y no es un síntoma de debilidad reconocerlo, dejen que los inunde como si les estuviera abriendo el cuerpo. Acepten “AHORA ESTOY EXPLORANDO EL MUNDO DEL MIEDO” y permítanse sentir todas las sensaciones que es tener miedo.
2. Intenten reconocer sus miedos impropios. A veces no es fácil reconocerlo. En ese caso lo mejor es centrarnos en la otra cara de la moneda: ¿cuál es nuestra motivación?: ¿estar integrados en el grupo? ¿Ganar mucho dinero? ¿Alcanzar unos objetivos? En función lo que nos motive tendremos miedo a perderlo. Por ejemplo, si nos encanta formar parte de un grupo homogéneo de personas, probablemente nuestro mayor miedo será al rechazo.
Enfrente miedos como el miedo a morir, al fracaso, dolor, envidia, ira, tristeza, miedo al futuro, miedo al éxito, a la soledad, etc.
3. Utilizando su sabiduría, intente comprender que todos estos miedos surgen debido a los engaños y a las acciones perjudiciales.
4.- Ahora se van a incorporar lentamente, y van a enfrentarlos, sientan como es cuando no tienen miedo.
5.- Escríbalos, haga una lista de sus miedos y de porqué tiene esos miedos, luego recortarlos y quemarlos en una hoguera. Puedes repetir la frase: "Me libero de mi miedo a volar" "me libero de mi miedo a que me rechacen" etc.
En definitiva, para superar los miedos lo mejor es centrarnos en nuestra motivación trascendente, aquella que nos empuja a seguir adelante a pesar de los riesgos.
Como decía Nelson Mandela:
"No es valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo”
“SI PUEDO LIBERARME DE MIS MIEDOS”
QUE ESPERAS? RESPONDE SI, SI, SI !! AHORA MISMO! CON ENTUSIASMO, CON ALEGRÍA, CON FE, CON CONFIANZA, CON GANAS !
EL MIEDO ENEMIGO NATURAL DE LA AUTOESTIMA
Definitivamente, el temor es el enemigo natural de la confianza. La autoconfianza es generalmente descripta como la habilidad de un individuo de tener fe y de creer en sus habilidades. Según el pensamiento moderno de la psiquiatría, cuando alguien tiene una gran confianza en sí mismo el resultado natural es una gran autoestima.
La autoestima es el valor que cada uno se da a sí mismo. Es la medida del propio valor como persona, de acuerdo a las conductas del individuo. Asimismo, se dice que es el respeto y la adoración que una persona se tiene sobre la base de las creencias de qué y quién es como ser humano. Esto afecta profundamente los sentimientos que el individuo tiene sobre sí mismo, sobre su vida, sobre sus relaciones, y eventualmente determinará sus acciones o su manera de enfrentar las situaciones.
El progreso y el crecimiento de la autoconfianza comienzan con un examen adecuado. La mente debe ser inspeccionada de manera que se identifiquen las inclinaciones nocivas, que se eliminen las debilidades, y que se pueda encontrar un patrón adecuado de pensamiento y conducta.
Según distintos estudios, el temor es el peor enemigo de la confianza de un hombre. Estos estudios afirman que el “pensamiento del temor” es una enfermedad que puede ser detectada e identificada. Por lo general, surge de un patrón mental corrompido, en el que se permite a la mente debatirse largamente sobre pensamientos dubitativos, ineficiencias, y fallas. Este poder será cada vez mayor, sobre todo cuando se le permita actuar libremente, y llegará a afectar la vida de la persona en menor o mayor grado en cada una de sus decisiones y emprendimientos.
La ignorancia es la causa básica y primigenia del temor, y suele darse cuando uno no es consciente de “su verdadera naturaleza”. Un estudio ha demostrado que cuando una persona ha descubierto la infinita e indestructible “naturaleza de su alma”, entonces ya no hay forma de que sienta miedo. Sin embargo, están aquellos que no pueden o no quieren aceptar esto, y en consecuencia se sienten apartados, vulnerables, susceptibles, y aislados.
El temor a uno mismo se manifiesta de varias maneras. Puedes expresarlo en forma de timidez, inseguridad, pudor, y en forma de una importante necesidad de autoconfianza.