Desde pequeños, se nos enseña a temerle a muchas cosas… Unas reales, otras simplemente fantasiosas.
Por ejemplo, hay padres que por influencia de la religión enseñan a que sus hijos teman a seres malévolos que solo viven en la mente de ellos. Fantasmas, demonios, el diablo, los muertos, “el coco”, etc.
Otros padres, tienen fobias incontrolables hacia algunos animales, que trasmiten a sus hijos o que permanecen en sus vidas para siempre por no enfrentarlas.
El caso finalmente es que la mayoría de las personas en algún momento de nuestra vida hemos sentido miedo hacia algo, pensando en que nos puede hacer daño.
Miedo a perder nuestra pareja, miedo a que nuestros hijos se vayan de casa, miedo a que se mueran nuestros padres, miedo a estar solos, miedo a no tener dinero, etc.
Es común que la razón por la que se sienta miedo, sea por una experiencia del pasado, por una huella marcada en nuestra mente subconsciente y en nuestro recuerdo de algo que sucedió anteriormente, sea porque lo vivimos o porque lo escuchamos de parte de otros.
Por ejemplo, hay quienes temen a los perros porque cuando eran niños fueron mordidos por uno y guardaron el recuerdo en su interior, sin poder superar la crisis que se presentó en aquel momento.
Otra razón es la influencia, como dije hace un rato… La religión enseña a temer por un infierno, inculca el miedo a caer en las llamas por la eternidad si no seguimos al Dios que promueven. Entonces, aunque ni siquiera conocen personalmente el infierno, le temen a él y a los fantasmas que hay ahí.
Bueno, redondeando un poco, quisiera dar honor al título de este artículo recalcando algo que sin duda es difícil en cierto momento para todos. Se trata de Enfrentar nuestros Miedos.
Si hay algo cierto, es que el miedo en esencia no es positivo, porque por sí solo es un sentimiento negativo hacia algo, es la espera de que las cosas salgan mal y nosotros terminemos maltratados por una situación.
Pero, el miedo es maleable y lo puedes volver a tu favor. Es decir, aunque el miedo no sea positivo como tal, tú puedes hacerlo positivo en tu vida y convertirlo en el impulso que te lleve a actuar sin importar nada más.
Si tienes miedo a intentar realizar un proyecto propio, pues simplemente actúa y convierte ese miedo en confianza en ti mismo, en la confianza que lo harás bien, de que serás perseverante y nada malo pasará.
Enfrentar tus miedos te llevará a grandes lugares, te volverá fuerte y seguro de ti mismo, de hará descubrir maravillosos horizontes. No hay nada que temer en realidad, estás contigo mismo y a lo mejor a tu alrededor hay otros pendientes de ti, ¡Atrévete a actuar! Verás cómo cada día crecerás más y más en tu interior.
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