Todos los seres humanos nacemos libres de actuar, pensar y guiar nuestros destinos.
Nacemos con libertad para dirigir nuestros actos hacia el bien o hacia el mal.
El mundo exterior, es aquel que nos proporciona relacionamos con las demás personas y así poder tomar de ellas lo bueno o malo de su actuar, de sus sentimientos, de su vida en general.
Relacionamos el mundo exterior con el "TENER"; sí única y exclusivamente, con el tener, creemos que para estar en perfecta armonía con el mundo exterior debemos tener la casa más grande, y elegante de la colonia, del fraccionamiento, y de ser posible, de la ciudad entera, tener el auto más costoso y llamativo, poder viajar al lugar más exótico del planeta, comprar ropa de las marcas más reconocidas para estar "in" en el mundo exterior, y por si fuera poco poner en riesgo la propia vida, sometiéndose a un sin numero de operaciones estéticas de cualquier tipo, no siendo estas exclusivas de las mujeres ya que ahora los hombres también participan, y es entonces cuando yo me pregunto:
¿Esto es suficiente para qué tu vida este en equilibrio y en armonía contigo mismo?
¿Realmente te sientes pleno, basando toda tu vida en el tener?
¿Vale la pena estar compitiendo en forma agresiva por ganar dinero y más dinero en el mundo exterior?
¡Qué pasa entonces con tu mundo interior!, lo dejas de lado porque este mundo interior, se basa simple y sencillamente en el SER.
Pregúntate: si estás en perfecta armonía con tu ser.
El mundo interior, es el que se nutre desde lo más profundo del ser, es descubrir la esencia que llevas dentro.
Una vez que exploras tu interior descubres que dentro de ti, existen sentimientos positivos como la serenidad, la paz, el amor, la alegría, la bondad, la solidaridad, la fortaleza, etc., son fuertes cimientos que te permiten ir construyendo la mejor y más digna mansión dentro de tu interior, aunque en esta búsqueda también te toparás con sentimientos negativos, como: la ira, la ansiedad, el odio, la impulsividad, el rencor, los cuales al ser detectados pueden ponerse a trabajar a tu propio servicio, aprenderás a manejarlos y encauzarlos para tu beneficio una vez que los hayas aceptado totalmente.
Las personas que no tienen contacto con su mundo interior, son personas impredecibles que nunca han tocado su esencia.
Los seres humanos, tenemos la fortuna de estar en ambos mundos y decidir en cual de los dos permanecer más tiempo, aunque lo ideal es estar en equilibrio conmigo, con mi mundo externo y con mi mundo interno; puesto que si solo estás en el exterior, pierdes el sentido moral de la vida; y si solo permaneces en el interior, no podrás poner al servicio de los demás tu esencia, ni hacer el bien en la vida.
Te invito a estar en equilibrio con tus dos mundos, ver la diferencia que existe entre uno y otro para aportar lo necesario del mundo exterior al mundo interior y viceversa, de esta manera llegarás a ser feliz, maduro, entregado plenamente al amor, a la vida, pero sobre todo lograrás trascender.