Si sientes que el mundo parece ensañarse contigo, crees que a ti siempre te toca perder o que las personas que te rodean nunca te tienen en cuenta, te sugerimos que revises la actitud con que te enfrentas al mundo.
Es muy probable que estas ideas surjan por tu modo de percibir e interpretar las situaciones que vives porque te estás sintiendo una víctima de las mismas.
Si quieres dejar de sentirte una víctima y tomar el protagonismo de tu vida, ten en cuenta estos consejos para lograrlo.
Pon el énfasis en tus propios valores, necesidades y aspiraciones a la hora de tomar decisiones.
Si pones como eje el deseo de satisfacer o agradar a otros, tarde o temprano te sentirás postergado y tenderás a culparlos de tu situación.
No valores del mismo modo a todo lo que sientas. Tienes sentimientos que son más profundos y constantes, en general más positivos y conducentes, y otros que surgen circunstancialmente producto del desánimo o el temor.
Todos tenemos sentimientos que nos impulsan a crecer y a ser nosotros mismos, y otros que nos inmovilizan y son destructivos.
Guíate por aquellos que sean más duraderos y positivos.
Considera y respeta tus necesidades y deseos.
En tanto no dañes tu salud, tu desarrollo y tu crecimiento personal tienes derecho a construir tu vida como te plazca y a gozar de ella sin censuras.
Sé el protagonista de tu propia vida y decide por ti mismo, ¡aunque te equivoques!.
Si esperas a ver "qué hace el otro" para decidir cuál será tu personaje, nunca podrás realizar lo que deseas realmente, y llegarás tarde a la cita con tu propia vida.
No le preguntes a los demás qué es lo que tú debieras hacer.
Ejercítate en la pro-actividad, abandonando progresivamente los comportamientos reactivos y dependientes de la opinión ajena.
No impongas tu modo de ser, tus valores o tus ideas a los demás y tampoco los juzgues.
Si permites y facilitas que cada uno ejerza su propia libertad, te volverá hacia ti el mismo beneficio.
No aceptes a un tercero como dueño de tu vida, ni tampoco te permitas convertirte en el dueño de la vida de otro.
* Las actitudes de victimización se van cimentando a lo largo del proceso vital como los ladrillos de una construcción, debilitando a quienes las ejercen. Generando nuevas actitudes de protagonismo y respeto por ti mismo estarás, simultáneamente, abandonando las que sean perjudiciales para tu alegría y desarrollo.
http://autoayuda-gratis.blogspot.com/search/label/Autoayuda