Siempre hay una manera de la que ambas personas salgan ganando. Si todavía te parece que, para que uno gane, el otro tiene que perder, aún no has llegado a la solución más elevada. Ésta siempre consistirá en la ganancia de ambas personas, en la consecución de las metas superiores de ambas. Para encontrar esta solución más elevada, pregúntate "¿Cuál es el problema, verdaderamente? ¿Qué es realmente importante para mí?" Interrógate con sinceridad acerca de lo que necesitas para conseguir tus objetivos. En muchos casos, se lucha por una cosa cuando, en realidad, se trata de algo totalmente distinto. Finalmente, trabajad juntos para encontrar una solución.
No presupongas que la otra persona está en contra tuya; por el contrario, busca su ayuda para encontrar la solución del problema que os afecta por igual. Siempre piensa que existe una solución que os puede satisfacer a ambos, aunque todavía no la hayáis encontrado. Plantéate conseguir que la otra persona salga ganando y, de este modo, te será posible salir ganando tú también.
Ya ha llegado el momento para que surjan formas nuevas, porque las viejas ya no sirven. Encontrarlas es un desafío. Estate dispuesto a ser abierto y flexible, a confiar en caminos superiores. Dejándolos emerger a través de tu amor y buenas intenciones, presentarás al mundo un regalo de nuevas soluciones para viejos problemas.
Claridad y armonía – juego
1.- ¿A qué acuerdos has llegado contigo mismo con respecto a tus gastos? Haz una lista de las cosas en las que gastas dinero y apunta, a su lado, las normas que sigues cuando lo haces. (Como cuánto dinero te permites gastar en ellas y con qué frecuencia).
2.- Relájate y sosiégate. Revisa los acuerdos que acabas de anotar. ¿Qué cambios podrías introducir en ellos para sentirte más próspero? Vuelve a escribirlos.