Cuando las cosas empeoran
y el momento es de crisis,
no pienses que todos tus esfuerzos
han sido en vano,
sigue...
Tal vez todo haya sido para mejor.
Sonría...
Y experimenta otra vez.
Puede ser que tu aparente fracaso
sea la puerta mágica que te conducirá
a una nueva felicidad,
que todavía no has conocido.
Tú puedes estar debilitado por la lucha,
pero no te consideres vencido.
Eso no quiere decir derrota.
No vale la pena gastar tu precioso tiempo
en lágrimas y desesperación.
Levántate.
Y sigue adelante ...
Y, si guardas en mente
el objetivo de tus aspiraciones,
tus sueños se realizarán.
Aprende con los errores.
Cosecha experiencia de tus dolores.
Y , un día llegará , que dirás:
Gracias a Dios.
"Yo intenté una vez más y reencontré
la paz, el amor y la felicidad."