ARCÁNGEL RAFAEL
Nombre hebreo formado por rafa, que equivale a medicina, y el, que significa Dios, el Señor. El nombre completo significa por tanto “Medicina de Dios”. Ha sido éste un nombre que se ha llevado y se sigue llevando mucho. Tanto el nombre como el ángel son seductores. La palabra ángel es griega (aggeloV /ángelos) y significa “mensajero”, “enviado”. Así se llaman en la Biblia los “enviados de Dios”. La categoría de Arcángel (arcoV /arjós = primer; más aggeloV /ángelos = ángel) corresponde a los ángeles principales, los que están más cerca de Dios.
El nombre de este arcángel (Raphael = “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”) no aparece en las Escrituras Hebreas ni en el Septuagenario; solamente en el Libro de Tobías. Aquí aparece primero disfrazado en forma humana, como el viajero acompañante del hijo de Tobías, llamándose a si mismo “Azarías el hijo del gran Ananías”. La historia de esta travesía esta llena de aventuras, y en ella es visible la influencia protectora del ángel que se muestra de diferentes maneras, incluyendo la atadura “en el desierto del alto Egipto” del demonio quien previamente había matado a siete esposos de Sara, hija de Raquel, y que es pintorescamente relatada en Tobías 5-11.
Luego del retorno y la curación de la ceguera de Tobías, Azarías se hace llamar “el ángel Rafael, uno de los siete que se paran ante el Señor” (Tob., xii, 15. Cf. Apoc., viii, 2). De estos siete “arcángeles” que aparecen en la angelología del Judaísmo post-exilio, solo tres, Gabriel, Miguel y Rafael son mencionados en las Escrituras canónicas. Los otros, de acuerdo al Libro de Enoc (cf. xxi) son Uriel, Raguel, Sariel y Jerahmeel, mientras que de otras fuentes apócrifas obtenemos los nombres de Izidkiel, Hanael y Kepharel, en vez de los últimos tres en la lista anterior.
En cuanto a las funciones atribuidas a Rafael, tenemos un poco más que su declaración a Tobías, que cuando el último estuvo ocupado en su trabajo de misericordia y caridad, él (Rafael) ofreció sus plegarias al Señor, ya que él fue enviado por el Señor para curar a Tobías de su ceguera y para sacar a Sara, la esposa de su hijo, de las garras del demonio. La categoría judía de los arcángeles es reconocida en el Nuevo Testamento (I Thess., iv, 15; Judit, 9), pero solo Gabriel y Miguel son mencionados en nombre. Sin embargo, muchos comentadores identifican a Rafael con el “ángel del Señor” mencionado en Juan 5. Esta conjetura se basa en la importancia del nombre y en el rol de curación atribuido a Rafael en el Libro de Tobías. La Iglesia asigna la fiesta de San Rafael el 24 de octubre. Los himnos del Oficio llaman a su poder de curación y a su victoria sobre el demonio. Las enseñanzas del primer Nocturno y de las Antífonas del Oficio completo son tomadas del Libro de Tobías, y las enseñanzas del segundo y tercer Nocturno de los trabajos de San Agustín, viz. Para el segundo Nocturno un sermón de Tobías (sermón I en el quinceavo domingo), y para el tercer, una homilía del verso de apertura de Juan, v. La lectura bíblica en la Misa es tomada del capítulo 12 de Tobías, y el Evangelio de Juan 5:1-4, refiriéndose a la piscina llamada probática, donde la multitud de enfermos yacía esperando la agitación del agua, ya que el “ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera”. Así las conjeturas hechas antes por los comentadores son confirmadas por la Liturgia oficial de la Iglesia.
San Rafael se llamaba, según él mismo declaró, el ángel que mandó Dios a Tobías para sacar a toda la familia de una situación apurada. Tobías debía ir por orden de su padre a cobrar una deuda a un pariente lejano que además estaba a muchos días de camino. Salió en busca de compañía para no ir solo, y se encontró con un joven dispuesto a emprender viaje, que era precisamente el ángel Rafael. Salieron, pues, y por el camino, al pararse Tobías a la orilla del río para lavarse los pies, he aquí que le ataca un gran pez. Pide socorro Tobías y Rafael le ordena que coja el pez, y entre los dos le sacan las entrañas para hacer con ellas una especie de filtro amoroso y una medicina. Llegados a destino, consigue casarse con la hija del huésped, a la que previamente cura con el corazón del pez. A la vuelta, casado ya Tobías y con grandes riquezas que consigo traía, frotó Tobías los ojos de su padre ciego, por indicación del Arcángel, y su padre recobró la vista. Cuando quiso pagarle los enormes favores que le había hecho, nada pidió Rafael.
El primer Ángel de la Guarda es el arcángel San Rafael. De él nace la doctrina de que Dios nos asigna a cada uno un Ángel de la Guarda. La situación envidiable de Tobías y su familia, a quienes Dios les envía un ángel que les resuelve absolutamente todos los problemas que tienen, sin pedirles nada a cambio, se convierte en paradigma de lo que desea para sí cada cristiano como primera recompensa en esta vida. De ahí que se desarrolle y se fomente la fe en el Ángel de la Guarda, muy entrañable especialmente en la infancia (en el mismo orden de valores infantiles del Nacimiento de Jesús y de los Reyes Magos). La tradición popular nos ha dejado unas oraciones bellísimas, como la que dice:
“Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día…” Y esta otra, también preciosa: “Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan…”
Los dos grandes personajes que llevaron este nombre lo llenan de vida y de color. El arcángel san Rafael por su bellísima historia ejerciendo de Ángel de la Guarda para Tobías y su familia, con grandes dotes curadoras. Desde entonces todos soñamos con un ángel así. Y el gran pintor Rafael, otro gran sueño de la humanidad. Es increíble la fuerza de su obra. Pintó belleza, pintó sentimientos y pasiones, pintó almas con sus respectivos cuerpos, y cuerpos llenos de alma y de vida. Su obra, además de sumamente bella y llena de fuerza, es abundantísima. Bien podemos decir en todos los sentidos, que el nombre de Rafael tiene ángel. ¡Felicidades!
Oración
Glorioso Arcángel San Rafael
medicina de Dios,
que guiaste a Tobías
en su viaje para cobrar
la deuda de Gabelo,
Le preparaste un feliz matrimonio
y devolviste
la vista a su anciano padre,
guíanos en el
camino de la salvación,
ayúdanos en las necesidades
haz felices nuestros hogares
y danos la visión de
Dios en el Cielo.
Amen…
El Arcángel Rafael, es el protector de los enfermos, su auxilio esta en todo momento que haya enfermedad, dolor o aflicción. Protege a los matrimonios bendecidos y cuida de la felicidad en los hogares. Sus Ángeles rodean los centros de salud. El Ángel de la sanación.
Por favor pasa esta hermosa oración a 7 personas y verás maravillas en ti.
Que los Ángeles te guíen y que Dios te siga bendiciendo.