Junto a los arcángeles Miguel y Gabriel, Rafael es quizás uno de los personajes celestiales más reconocidos dentro del grupo angelical y a quien muchas personas acuden buscando su intercesión en asuntos que tienen que ver especialmente con el aspecto de la salud emocional y física.
El arcángel Rafael es efectivamente conocido por tener como misión ayudarnos a los seres humanos en este aspecto fundamental de nuestras vidas, pero además podemos contar con el para otros temas como la honestidad, creatividad, la educación (especialmente en los temas relativos al área de la salud) y los viajes (es conocido como el patrono de los viajeros), así como para asuntos que tengan que ver con adicciones de cualquier tipo.
Cómo sentir la presencia de Rafael en nuestra vida? Para alcanzar la ayuda de este arcángel así como la de cualquier otro de los seres pertenecientes al reino angelical, el punto de partida es tener el deseo, la intención y la convicción de que las peticiones son escuchadas. La fe es la que hace que nuestros ojos puedan ver lo que deseamos o necesitamos.
Una forma de pedir la ayuda al arcángel sanador es la siguiente: Siéntese o acuéstese cómodamente, mirando hacia el oriente. Cierre sus ojos y respire hondo y lento. Visualice una luz verde o rosada (los colores de Rafael) que le cubre completamente en forma de burbuja o pirámide. Si lo desea, puede encender una vela de cualquiera de los dos colores anteriormente mencionados y/o encender incienso de olor canela. Si la música no le distrae, puede también colocarla en el fondo mientras medita. Puede hacer su solicitud a este arcángel de dos formas: 1. Imaginando que entabla una conversación con él, en un sitio hermoso, tranquilo, en donde se encuentran solo ustedes dos y él le presta completa atención a su solicitud. Aunque usted crea que es su imaginación, esto realmente está sucediendo en el plano espiritual así que su petición estará siendo recibida por Rafael y él buscará ayudarle de la mejor manera. 2. Haciendo la petición por escrito. Si la hace de esta forma, léala en voz alta si le es posible luego de haberla escrito y colóquela debajo de la vela que ha colocado en su altar. Luego de enviar su petición, dé gracias a Dios y a Rafael por escucharle y sienta con fe que el resultado será el más conveniente para la situación.
Si la situación es urgente o imprevista y no tiene tiempo para realizar la meditación o leer la petición a Rafael, no se preocupe. Puede decir simplemente “Rafael, por favor ayúdame” y él acudirá inmediatamente. Simplemente crea, y sucederá. Un último consejo: luego de hacer la petición, mantenga su atención hasta a las más insignificantes señales que este amoroso sanador celestial le puede enviar.
Por: Ana Mercedes Rueda