FABULA DE LA CIGARRA Y LA HORMIGADe LA FONTAINE
Había una vez una Hormiguita y una Cigarra que eran muy amigas.
Durante todo el otoño la Hormiguita trabajó sin parar almacenando comida para el invierno.
No aprovechó el sol, la brisa suave del fin de tarde ni de la charla con amigos tomando una cervecita después de un día de labor. Mientras, la Cigarra sólo andaba cantando con los amigos en los bares de la ciudad, no desperdició ni un minuto siquiera, cantó durante todo el otoño, bailó, aprovechó el sol, disfrutó muchísimo sin preocuparse por el mal tiempo que estaba por venir?
Pasados unos días empezó el frío, la Hormiguita, exhausta de tanto trabajar se metió en su pobre guarida repleta hasta el techo de comida. Pero, alguien la llamó por su nombre desde fuera y, cuando abrió la puerta, tuvo una sorpresa: vio a su amiga Cigarra dentro de un Ferrari Testarossa con un abrigo de pieles y cubierta de joyas.
La Cigarra le dice:
- ¡Hola amiga! Voy a pasar el invierno en París. ¿Podrías cuidar de mi casita??
La Hormiguita respondió:
- ¡Pues claro! Sin problemas. ¿Qué ha pasado? ¿dónde conseguiste el dinero para ir a París, comprar este Ferrari, y ese abrigo y esas joyas?
La Cigarra respondió:
- No te lo vas a creer.... Yo estaba cantando en un bar la semana pasada y a
un productor le gustó mi voz y firmé un contrato para hacer conciertos en París. A propósito, ¿necesitas algo de allí??
- Sí, dijo la Hormiguita. Si encontraras a La Fontaine < autor de la fábula original>, mándalo de mi parte a tomar por el culo!!!?
Moraleja:Aprovecha la vida, aprende a dosificar trabajo y diversión, pues trabajar demasiado sólo trae beneficios en las fábulas de La Fontaine. Trabaja, pero disfruta de la vida. Es única.
Y si no encuentras tu media naranja, no te desanimes, busca medio limón, ponle azúcar, ron, hielo y sé feliz.