LA ASTROLOGIA MODERNA
La Astrología es un lenguaje arquetípico que explora la identidad fundamental entre el cosmos. Como rama del conocimiento humano, es aquella que estudia las correlaciones entre ciertos fenómenos extraterrestres y ciertos fenómenos terrestres.
Entre los fenómenos extraterrestres tradicionalmente considerados figuran sobre todo las relaciones del sol, la luna y los planetas del sistema solar entre ellos y sus posiciones en el zodíaco (la franja del cielo en la cual se percibe el movimiento de estos factores), así como respecto del espacio local (el horizonte y el meridiano del lugar).
Entre los fenómenos terrestres más estudiados por la Astrología figuran el ser humano en su aspecto fisiológico (astrología médica), tipológico (fisiognimia astrológica), su comportamiento o mundo de vivencias (astrología psicológica), la referencia de los mismos a concepciones trascendentales del Universo (astrología esotérica o espiritual), inclusive desde una perspectiva mántica u oracular (astrología horaria), los eventos posibles (astrología predictiva), el ser humano en su vida de relación (sinastría), en su aspecto ocupacional (astrología vocacional) y de grupo (astrología política), sea en su aspecto económico (astrología financiera) o la relación de dicho grupo con el medioambiente (astrología mundana).
La Astrología comparte rasgos de la Ciencia, la Religión y el Arte. Es la actividad intelectual organizada más antigua que se le conoce al ser humano, y ha ido modificándose sustancialmente a lo largo de su trayectoria por diversas culturas, épocas y áreas geográficas. La astrología contemporánea transita básicamente tres corrientes:
1) la de la difusión masiva, asumidamente frívola (es decir, la astrología como entretenimiento y como excusa para el encuentro humano), elemental y en general de un discurso simplista que falsifica la práctica astrológica tradicional;
2) la de orientación cientificista, relativamente reciente y de una gran eficacia en su aplicación de rigurosas técnicas estadísticas que validan gran parte de los principios astrológicos tradicionales y generan nuevos conocimientos;
3) la de orientación psicologista (llamada astrología humanística), que apunta al autoconocimiento y al desarrollo y evolución personales a partir de la autocomprensión referida a un marco de existencia trascendente, tal como el que ofrece el cielo.
A partir del interés generado por la difusión en los medios y de las corroboraciones brindadas por la corriente de orientación cientificista, la astrología humanística es la actividad más difundida, dada la posibilidad de un aprovechamiento individual de este conocimiento. Ésta ve a la Carta Natal, es decir el mapa del cielo en el momento y lugar del propio nacimiento, como un espejo de las características y potencialidades personales en un sentido sobre todo psicológico y, eventualmente, destinal.
EL ASTRODRAMA
A fines de la década del setenta, astrólogos estadounidenses (y luego británicos, suizos, canadienses, alemanes, etc.) generaron una nueva forma de acercarse al conocimiento astrológico para explorarlo y comprenderlo mejor (dentro sobre todo de la línea humanística), a la que denominaron Astrodrama.
El Astrodrama, también denominado Astrología Vivencial, consiste en la utilización de todo tipo de de vías no exclusivamenbte intelectuales para abordar los contenidos del conocimiento astrológico, los cuales habían quedado relegados en los últimos siglos (o quizás, sobre todo, lo que iba de este siglo) a una aproximación puramente conceptual o discursiva. Estas vías incluyen básicamente la expresión corporal, visualizaciones, juegos dramáticos (teatrales), asociaciones personales y algunas técnicas de la psicología, tales como el Psicodrama moreniano, Gestalt, Análisis Transaccional, Programación Neurolingüística, concepciones junguianas, etc.
Estas vías se han mostrado particularmente eficaces para la rápida asimilación de los contenidos del simbolismo astrológico (planetas, signos y casas) por parte de quienes no tuvieren ningún tipo de conocimiento al respecto, pero se han observado como más ricos o útiles todavía en quienes manejan el discurso astrológico y esto en proporción directa a su nivel de conocimiento.
Entre otras cosas, se sugieren visualizaciones guiadas para cada signo o planeta o para todo el ciclo zodiacal, se ponen en acción las imágenes a través de la danza y el movimiento, acompañados de la fijación de determinadas palabras clave particularmente sintéticas o eficaces, se actúan los signos, los planetas y los elementos, se actúan con el cuerpo las diferencias entre el Sol, la Luna y el Ascendente, los aspectos (relaciones entre un par de planetas determinados), se habla con un planeta de la propia carta natal, se actúan y estudian situaciones concretas en función del simbolismo astrológico, se realizan collages, pinturas o cuentos inspirados en los símbolos astrológicos o la propia carta natal, se actúan ciertas escenas personales en función del simbolismo astral y viceversa.
Finalmente, en la versión ideal o más compleja del Astrodrama, se actúa entre varios (o, eventualmente una sola persona) una carta natal completa. Las implicancias emocionales, intelectuales y, en última instancia, existenciales y terapéuticas, son de una altísima envergadura, y suelen tener un profundo impacto en todos sus participantes, sean actores de la situación, el individuo correspondiente a esa carta, o los mismos espectadores que pudieran hallarse presentes.
La Astrología Vivencial acelera nuestra comprensión porque estimula y demanda un compromiso total. Es dinámica y divertida y crea un nexo hacia nuestra interioridad más profunda. Nos acostumbra a sentir el símbolo, aquí y ahora, a meter la Astrología en el cuerpo y a darle un peso y un centro de gravedad propio al concepto, y, de este modo, enriquece nuestro uso y integración de esta disciplina, álgebra de la vida, técnica de comprensión.
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