Dentro de una carta femenina, el complejo materno se manifiesta de diversas formas. Por un lado, parecerse a la madre, indica repetir todos los modelos o patrones de una mujer materna y protectora en detrimento de los aspectos sensuales y sexuales. Por otro lado, el querer ser completamente diferente, diferenciarse de la madre por oposición y no querer ser en lo absoluto como ella. Esa negativa de parecerse a la madre trae como consecuencia rechazo al matrimonio, divorcios o dificultad de asumir la maternidad o el papel materno. Bajo esta última posibilidad quien es madre se siente a gusto siendo amiga de los hijos, no es madre en el rol tradicional. Al no identificarse con su modelo materno tiende más bien a mantenerse en el rol de hija. Estas son algunas de las diferentes facetas del complejo materno dentro de la carta femenina.
Cuando existe un contacto de Luna-Urano el complejo materno muestra la necesidad de ser diferente o de romper el cordón, o de tratar de distanciarse de los modelos familiares. Cuando actúa Saturno-Luna, la imagen materna aprisiona con toda su tradición.
Todos en mayor o menor medida oscilamos con relación al complejo paterno o materno. Lo que varían son las posiciones planetarias que determinan la intensidad. El peso de la Luna en la carta de un hombre, determinará la magnitud del complejo materno dentro de su carta.
En líneas generales, tener una Luna bloqueada en la carta puede indicar que cuando se atraviesan tiempos de crisis y se necesita apoyo no se encuentra a nadie, o se produce un aislamiento voluntario por sentirse incomprendido. La persona a la cual uno acude puede tratarnos con indiferencia y frialdad. La posición de la Luna así como los aspectos indican como uno se dirige naturalmente hacia una persona en tiempos de crisis y la receptividad que exteriormente encuentra. Si busca apoyo con una Luna-Saturno con aspecto tenso lo más seguro es que le digan “tu te lo buscaste”, “es tu culpa, tu sabías que iba a ser así”.
Si la persona permanece demasiado apegada a la Luna, evidentemente, la Meta Solar se disipa. Cada vez que existe una crisis, la persona tiende volverse como un niño pequeño -regresión- y a perder la conexión solar –Individuación-. Esto no es necesariamente negativo, pero uno de los complejos de la Luna es mantenerse en un estado de “Puer Eterno”, es la persona que no quiere crecer. Todos podemos sacar nuestro niño interno, pero tampoco debe ser nuestra forma de vida, ya que trae graves problemas para concretar en la edad adulta.
Cuando la Luna es demasiado intensa en una carta y el complejo materno muy fuerte, cada vez que existe una dificultad se recurre a los padres para que ayuden y resuelvan el problema. Eso lo que hace es impedir el crecimiento. En lugar de mantenerse en la posición de niños es necesario resolver como persona adulta, buscar la energía del Sol. Esa es otra faceta del complejo materno, siempre buscar ayuda cuando las cosas están mal. Esto no es negativo per sé, a veces la vida lleva a buscar refugio, sin embargo cuando es un patrón repetitivo y no se ven otras alternativas o salidas puede ser estéril para el crecimiento y el desarrollo individual.
Una de las máximas manifestaciones concretas del complejo materno es quedarse en casa de los padres y no romper el cordón umbilical. Muchas veces observamos personas de 40 años, viviendo con los padres todavía. Cuando nos damos cuenta de esto en una carta, siempre es recomendable sugerir el gradual desapego de la familia para la posterior independencia. La persona puede escoger un destino siguiendo la senda lunar o solar, el primero tiende a manifestarse como un destino de inercia, de miedo a vivir, quedando resguardado en la seguridad del hogar. Esto imposibilita, en muchos casos, el formar un hogar propio. Es quedar estancado en el papel de hijo y no asumir una vida propia.