La vida humana, como todas las otras, es parte integrante de una Vida mayor, y la integración en ella puede y debe ser consciente, voluntaria e inteligente. El ser humano capaz de aprehender la totalidad que él mismo integra puede comprender el papel que desempeña su pequeña vida en esta totalidad, y escoger colocarse al servicio de ese todo mayor. El propósito esencial de la Astrología es ayudar a hacer esto.
En la Astrología Esotérica, todas las formas tangibles son consideradas como expresiones concretas de energías más sutiles. Así, detrás del cuerpo físico de cada ser humano, existen aquellas energías emocionales, mentales y espirituales que hacen de él lo que es. Por su parte el campo energético individual no está aislado, sino que es parte integrante del campo energético unificado de la humanidad, así como el campo energético de ésta es parte del campo planetario.
Los campos energéticos de los planetas y las estrellas están interrelacionados, y tales relaciones se dan a través de flujos de energía. La Astrología es la ciencia de las relaciones entre estos grandes Seres o Vidas conscientes que llamamos planetas, estrellas y constelaciones. Esas relacines son tan reales y efectivas como cualquier relación entre dos seres humanos. Toda persona está continuamente irradiando energías y, así, emanando lo que ella es y lo que piensa y siente. De este modo la persona influencia su ambiente y a aquellos con quien entra en contacto. Lo mismo acontece con los grandes Seres que llamamos astros, quienes se influencian mutuamente y en consecuencia tambiéna los seres menores existentes dentro de ellos.
Las relaciones entre estas grandes Vidas son bastante estables, regulares y cíclicas; son marcadas por sus posiciones espaciales y alineamientos mutuos, dependiendo, por tanto, de sus órbitas. Lo que la Astrología estudia, por consiguiente, son las relaciones o alineamientos cíclicos entre la Tierra y los demás astros, además de las energías que, en consecuencia, circulan por nuestro planeta y afectan a la humanidad. De tal manera, la Astrología puede ser entendida como la ciencia de los ciclos o de los flujos y reflujos cíclicos de energía.
El principal ciclo que influencia a la humanidad se refiere al alineamiento entre la Tierra, el Sol y las constelaciones zodiacales (el Zodíaco es como un cinturón de doce constelaciones o agrupamientos de estrellas que circundan el Sistema Solar y están especialmente relacionados con él). Este ciclo tiene una duración de un año y se inicia en el equinoccio de primavera en el Hemisferio Norte cada 20 de marzo, cuando el Sol se alinea con la primera constelación o signo zodiacal: Aries. El Sol permanece alineado con cada signo durante cerca de un mes y, bajo ese período, la energía de dicho signo circula abundantemente por nuestro planeta.
Por lo tanto, cada mes astrológico (que no coincide con los meses del calendario gregoriano) es influenciado por un signo del Zodíaco, el cual le confiere al mismo su tónica energética e indica el tipo de experiencias que la humanidad tiende a tener, así como el tipo de aprendizaje fomentado y el tipo de acción creativa naturalmente promovido en aquel mes. En verdad, el alineamiento mensual entre la Tierra, el Sol y una de las constelaciones zodiacales nos muestra cuál es la cualidad específica que la gran Vida planetaria está procurando desenvolver, durante aquel período, a través de nosotros. La Astrología Esotérica nos ayuda a comprender eso y a ofrecer nuestra cooperación consciente a los propósitos de esta Vida mayor.