la evolución natural del zodiaco supone que el alma debe ir integrando de forma secuenciada cada plano vital, representado por cada signo, a partir del signo en el que se haya ubicado Saturno. A partir de Virgo, comienza la interacción creativa, consciente y emocional con los demás, a través de las distintas etapas, hasta la consumación en Capricornio, donde asistimos a la consolidación personal definitiva desde todos los ámbitos personales y profesionales ante la sociedad.
VIRGO: representa la etapa de adquisición de las técnicas y recursos que hacen posible nuestra inserción en el sistema del que formamos parte. La disciplina debe concretar el impulso intuitivo de Leo para dar forma en la sociedad a nuestros talentos naturales. Representa también la etapa en la que buscamos la sensación de utilidad y de sentido práctico, aquello que nos hace sentir eficientes y válidos ante los demás, que normalmente se canaliza a través del trabajo. Muchas disfunciones orgánicas tienen su base en la disociación entre aquello para lo que servimos y aquello con lo que nos ganamos la vida, o entre aquello que queremos hacer, representado en Capricornio y la Casa X, y lo que en realidad hacemos. Esta es una de las causas por las que Virgo se relaciona con la salud. La enfermedad es otras veces resultado de falta de concienciación acerca de nuestro propio cuerpo, o lo que es lo mismo, desconexión con Virgo y lo que representa esta etapa.
LIBRA: representa la etapa de asociación con los demás desde un punto de vista igualitario y desde la complementariedad y el equilibrio. En Libra, el individuo necesita de un tú para alcanzar una visión más plena y consciente de su propio yo. El matrimonio es una de las canalizaciones de la relación de compromiso que busca esta etapa. Si no aprendemos que vivimos en sociedad y que no sólo servimos a otros o mandamos sobre ellos (Virgo, Capricornio), sino que además necesitamos de la cooperación para insertarnos debidamente en el sistema social, se arrastran lagunas emocionales que surgirán en la etapa escorpiana. Libra es la etapa de la perfección y del idealismo en las relaciones, lo que es convencionalmente correcto, al margen de emociones primitivas e inconscientes, que se evitan porque amenazan el orden social. Libra es así la antesala de la etapa acuariana.
ESCORPIO: representa la etapa de fusión emocional y sexual con alguien, y el reconocimiento de la coexistencia en nosotros de fuerzas y compulsiones positivas y negativas. La envidia, la ira, la cólera, la rabia, son emociones que surgen después de haber comprendido la necesidad de comprometerse (Libra), y se impone ahora una nueva necesidad, la de conocerse a nivel emocional y sexual, la de abandonarse en el otro y compartir nuestro más profundo tesoro emocional con la otra persona, aquello que se mantiene oculto por temores de inadecuación, aceptación, culpa, etc. Escorpio es el reconocimiento de que el bien y el mal, la muerte y la vida forman parte del entramado vital en el que vivimos. Si negamos el mal en favor del bien, nunca podremos alcanzar el nivel de síntesis y trascendencia de la etapa sagitariana. La etapa escorpiana es, en fin, la necesidad de curar y de sanar las emociones propias y ajenas.
SAGITARIO: representa la etapa de comprensión significativa y trascendente de Escorpio. El descenso al infierno personal cobra una dimensión espiritual y filosófica que nos eleva al conocimiento superior y nos prepara para la definitiva presentación en sociedad, con todas nuestras cartas, de la etapa capricorniana. Sagitario es también la necesidad de incluir otros mundos y universos ajenos al conocido, al familiar o cercano. Esta etapa es la del visionario que accede a la explicación última de todo lo que hemos atravesado en las etapas anteriores y al desarrollo de la fe y la confianza en uno mismo y en la vida. El bien y el mal ya no solo coexisten, como en Escorpio, sino que danzan de manera ordenada con el objetivo de permitir el fluir de la vida, de la misma forma que las células nacen y mueren en nuestro cuerpo para hacer que este funcione de forma armónica.
CAPRICORNIO: representa la etapa de consolidación personal en el mundo y la capacidad de de desarrollo de una vocación. La vocación no es un resultado natural de Virgo, ya que Virgo representa la adquisición de técnicas para desenvolverse en el ámbito cotidiano, rutinario y práctico. Capricornio es el nacimiento en la psique de un propósito y de una finalidad con relación a la sociedad, es decir, la creación de aquello que podemos aportar creativamente a la sociedad y que nos vale el reconocimiento público, que no tiene por qué relacionarse con el propósito laboral, aunque es muy difícil para la psique humana distinguir lo que es un llamado profesional de lo que debenos hacer para subsistir. En algunos casos, vocación y trabajo coexisten; en otros, suponen áreas distintas en la vida y experiencia personal, con fines muy diferentes. El llamado profesional es un resultado natural de Sagitario más que de Virgo. Cada signo es más el resultado del aprendizaje del anterior. El hecho de que Capricornio y Virgo estén en trígono natural, o sea, en buen estado y armonía entre sí, hace que la conciencia sufra para dividir estos ámbitos. Virgo hace diestro y disciplinado al sujeto para poder desempeñar un rol profesional creativo y digno de mención pública desde Capricornio. Sin embargo, muchos vamos desde Leo a Capricornio sin pasar las etapas previas de acercamiento al otro y de trascendencia y comprensión de lo que todo esto significa. Capricornio es la etapa de logro de posición social estable en todos los órdenes (familiar, laboral, económico, etc.). Y el trabajo como forma de subsistencia puede ser uno de esos ámbitos, si nos identificamos demasiado con la afectivización del trabajo, es decir, con su necesidad. Sin embargo, lo familiar puede verse anulado (etapa canceriana) por lograr el propósito capricorniano. Es fundamental la integración de todas las etapas previas antes de pasar a la vinculación con el grupo y al inicio de entrega del yo individual representado en Acuario.