Esto suele suceder cuando la unión es entre un Aries y un Cáncer, o entre un Tauro y un Leo, es decir, cuando hay dos signos en medio, y sobre todo cuando el aspecto es de un orbe inferior a 5º.
Este es un aspecto extremadamente difícil. Ambos individuos se esfuerzan por alcanzar un sentido de sí mismos, pero como sus caminos en la vida son diferentes, se producirá alguna clase de enfrentamiento. La vida en común produce un efecto de monotonía, aportando frustración y obstáculos en el camino del progreso. sin embargo, los obstáculos son los peldaños que conducen a la fortaleza. En realidad, la cuadratura implica en sinastría una lección, un aprendizaje en la relación, por lo que si ambas partes no están dispuestas a poner de su parte, a ceder en la autoexpresión y a no admitir la individualidad, la autonomía, el deseo de brillar en sociedad o de alcanzar merecimiento del otro, es probable que esta relación sea compleja. Exige mucho esfuerzo y desgaste emocional, aunque la recompensa suele ser el aprendizaje de aquella parte de nosotros que proyectamos en el otro. Aries, por ejemplo, es dinámico y activo y siempre está moviéndose y con ansia de libertad, mientras que Cáncer prefiere quedarse en casa y cumplir con sus obligaciones domésticas (esto en general; la carta es muy amplia), pero Aries puede aprender de la estrategia de Cáncer y éste de la fuerza y la asertividad del primero.