En la naturaleza se genera un tipo de energía en cada una de las direcciones posibles de la brújula. No es una energía estática, sino dinámica, se mueve todo el tiempo y va cambiando su cualidad (de positiva a negativa y a positiva otra vez) a medida que pasan las horas. Cada una de estas energías se desplaza de distinta forma y se alimenta o se corrompe con diferentes estímulos. Ahí es donde interviene el Feng Shui.
A base de observar los ciclos de la naturaleza durante milenios, los sabios chinos de la Antigüedad fueron describiendo estos movimientos de la energía, a veces palpables y casi siempre muy sutiles y elaboraron las leyes que las rigen. Conociendo qué clase de energía anida en cada lugar de tu casa podrás cuidarla para mantenerla en óptimas condiciones y evitar las malas consecuencias cuando se corrompe.
Prestemos ahora atención a lo que nos interesa: la energía de la riqueza. Su zona de entrada es el Sureste y es un tipo de energía que llamamos Madera, porque su movimiento natural es alargado y hacia arriba, como los troncos de los árboles.
Busquemos con una brújula dónde está el Sureste en nuestra casa y examinemos esa zona. ¿Qué habitación hay allí? Si tienes la cocina, la chimenea, un cuarto de baño, un trastero, una escalera o un rincón oscuro, lleno de trastos o porquería, estás perdido. Es casi seguro que tu situación económica será complicada. También habrás notado problemas en tu vida económica si en el Sureste la decoración está basada en el color blanco, gris o metalizado, si predominan las formas circulares o espirales y si domina allí la presencia de objetos de metal.
En cambio, es probable que no tengas sobresaltos económicos si esta zona de tu casa está llena de muebles de madera y si está decorada en tonos azules, verdes o estampados de flores o rayas verticales.
Para mejorar esa energía de la prosperidad que se acumula en el Sureste de nuestra casa primero debemos ordenar, limpiar y despejar el espacio. Si esta zona de tu vivienda está ocupada por la cocina, el baño, el trastero o la escalera, olvídalo. Busca entonces el Sureste de tu salón y crea allí un rincón dedicado a la riqueza.
¿Cómo alimentar la energía de la riqueza? En el Sureste son bienvenidos los muebles y objetos de madera, los libros, los cuadros que representan jardines, bosques o flores, las plantas y las flores, los tejidos de origen vegetal (algodón, lino…), los estampados de flores y de rayas verticales, los colores verdes, marrones, azules y negros, así como el acuario, una fuente o cualquier adorno u obra de arte de temática marinera (barcos, faros, anclas, peces, estrellas de mar, paisajes marinos, playas, ríos, lagos, estanques, fuentes, cascadas…)
Si detectamos en esta zona demasiados adornos, muebles u objetos de metal (hierro, cobre, bronce, latón, plateados, dorados…), llevémoslos a otra habitación.
Intenta poner aquí alguna planta e ilumina bien la zona, así entrará energía nueva. Empieza con pequeños cambios en este sentido y ya me contarás