La iluminación incluye la luz del sol, la luz eléctrica, las velas y las lámparas de aceite. La luz siempre es energía independientemente si es natural o artificial.
Dentro de la decoración es la forma más rápida y sencilla para lograr una transformación en los ambientes, proporcionando calidez y claridad. Si se puede escoger, hay que inclinarse por las casas luminosas, con ventanas suficientes para que entre la luz del sol.
Los ambientes deben tener un equilibrio entre las zonas yang, claras y activas de las yin, más oscuras y pasivas. Guiándonos por el Bagua, si dejamos una luz encendida día y noche, lograremos activar la zona de nuestra vida que se desea fortalecer. Por ejemplo en la zona de la fama y la reputación se aconseja una vela o lámpara roja, en cambio en la zona de la familia y la salud hay que prender velas de color verde o azul.
La iluminación con tubos fluorescente :
No es recomendada por que debilitan el Chi del lugar y él de las personas que trabajan en ese ambiente. Los tubos fluorescentes emiten solo parte del espectro luminoso. Una solución es añadir o reemplazarla totalmente con bombillas que emitan todo el espectro de luz. En una zona donde su permanencia es muy larga es mejor reemplazar la luz fluorescente por luz halógena o incandescente.
En el hogar se debe combinar distintos tipos de luz, directas, indirectas, suaves y fuertes.
La iluminación indirecta:
Las lámparas de pie son ideales en ambientes con techos bajos y hacen que el Chi ascienda hacia lo alto.
Las bombillas o focos:
Las bombillas o los focos activan el Chi y sirven para iluminar un sector en particular de la estancia.
Las luces incandescentes:
Las luces halógenas o incandescentes estimulan la energía Chi porque emanan luz uniforme.