Para qué sirve la moringa
La moringa, marango o moringa oleifera es una planta nativa de la India, aunque también se cultiva en otros países de Asia, África o América del Sur, donde tradicionalmente se ha utilizado como planta medicinal debido a sus propiedades curativas. Es conocida como el “árbol de la vida” y popularmente se le atribuyen poderes curativos para 300 enfermedades distintas.
Y es que se trata de una de las plantas con más vitaminas y minerales que se conocen, muy rica en todo tipo de nutrientes necesarios y beneficiosos para el organismo. De la moringa se pueden aprovechar tanto las hojas como las flores, las raíces, la corteza y las semillas.
Gracias a sus cualidades, se está empezando a popularizar alrededor del mundo y está aumentando su consumo a modo de suplemento. Pese a todo, todavía sigue siendo una planta muy desconocida. Por ello, a continuación te invitamos a descubrir cuáles son las propiedades y beneficios de esta milagrosa planta para tu salud.
Propiedades de la moringa
Las propiedades medicinales de la moringa provienen de la gran cantidad de componentes saludables que contiene. La moringa es rica en vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y C, hierro, calcio, magnesio, potasio, fósforo y zinc.
Además, contiene gran cantidad de fibra, antioxidantes, antiinflamatorios y proteínas, incluídos casi todos los aminoácidos. Por si fuera poco, se trata de un alimento muy bajo en grasas y sin presencia de colesterol del malo.
Beneficios de la moringa
Todas estas propiedades de la moringa la convierten en todo un superalimento. A continuación te explicamos los principales beneficios para la salud.
1. Mejora las defensas
Uno de los beneficios de la moringa es que estimula las defensas naturales del cuerpo, gracias a su alto contenido en vitaminas. Es por ello que tradicionalmente se ha utilizado como un potente remedio contra resfriados. Además, contiene propiedades antibacterianas, lo cual la hace perfecta para prevenir y combatir infecciones.
2. Aporta energía y mejora el estado de ánimo
Su alto contenido en todo tipo de proteínas, convierte a la moringa en una gran fuente de energía para el organismo. No solo nos activa y ayuda a reducir la fatiga física, sino que además se le atribuyen propiedades antidepresivas y de mejora del estado del ánimo.
3. Previene la anemia
La moringa es beneficiosa para prevenir y tratar la anemia, pero no solo por tratarse de una planta rica en hierro. Esta planta además ayuda al organismo a absorber una mayor cantidad de hierro, favoreciendo así el aumento de glóbulos rojos.
4. Ayuda a prevenir el cáncer
La moringa también favorece la eliminación de radicales libres y contiene sustancias que contribuyen a prevenir el daño celular y a evitar el desarrollo de las células cancerosas.
5. Protege el sistema cardiovascular
Las propiedades antioxidantes de la moringa ayudan a prevenir el daño del tejido cardíaco, contribuyendo a mantener el corazón sano. También ayuda a controlar la presión arterial.
6. Protege el riñón
La moringa tiene un efecto desintoxicante, pues ayuda a reducir los niveles de toxinas en los riñones. Además se le atribuyen propiedades preventivas para la aparición de piedras o cálculos renales.
7. Mejoran la piel y el pelo
Las propiedades nutritivas de esta planta ayudan a prevenir el envejecimiento celular y mejoran el aspecto tanto de la piel como del pelo. Tiene capacidad rejuvenecedora y contribuye a retrasar la aparición de arrugas, por lo que empieza a ser muy utilizada en cosmética. El aceite de la semilla de moringa también es utilizado para mantener un pelo sano y brillante.
8. Aporte de en proteínas vegetales
La moringa puede ser un gran aliado para las personas veganas y vegetarianas, pues esta planta es muy rica en proteínas vegetales y puede ayudar a aumentar la ingesta de proteínas en su día a día.
Efectos secundarios
Como ocurre con todos estos alimentos con gran cantidad de nutrientes, una ingesta excesiva y sin control puede tener efectos secundarios, y se recomienda consultar previamente con un médico antes de iniciar su consumo.
Algunos de los efectos secundarios asociados a esta planta son las náuseas, la acidez estomacal, la diarrea y la falta de sueño. Pese a que las raíces de la planta se pueden consumir, se recomienda evitar tomarlas sin tratar, pues la corteza de la raíz contiene sustancias tóxicas con efectos paralizantes, que pueden afectar a los órganos vitales e incluso llegar a producir infartos.
La moringa está contraindicada durante el embarazo y el periodo de lactancia, pues algunas de las partes de la planta, como son la raíz, la corteza y las flores, pueden causar contracciones y llegar a producir un aborto.
También se debe evitar su consumo en caso de estar siguiendo tratamiento con algunas medicaciones, como son las utilizadas para tratar la diabetes, la presión alta o la levotiroxina, utilizada para tratar problemas en la tiroides.