Como el ave Fénix, tú también puedes aprovechar tu “caída” para levantarte con fuerzas renovadas. ¿Conoces la “destrucción creativa”?
En estos días de religiosidad, son muchos los que aprovechan para profundizar más en su propia espiritualidad y crecer o experimentar nuevas formas de evolucionar emocional y psicológicamente. Pero a la mayoría de nosotros nos cuesta cambiar, pues tenemos una reticencia natural a lo desconocido que nos asusta. Sin embargo, como dice la antigua frase “Evolucionar o morir”, para mejorar hay que reinventarse y renacer, y esto exige un proceso en el que se elimina lo creado para dejar paso a lo nuevo. Es como cuando, tras sufrir un “bajón”, te levantas con más ganas de seguir luchando. Los bajones son necesarios, no sólo para descansar y reponer fuerzas, sino también para que analices cosas que no puedes comprender mientras estás envuelta en tu vida diaria. Por eso, la próxima vez que des un mal paso o te sientas deprimido, recuerda que las crisis son siempre oportunidades para observar y tomar la decisión de dar un cambio.
El concepto de “destrucción creativa” fue creado para explicar el proceso de innovación de la economía, pero hoy día, se aplica a cualquier proceso de cambio necesario en cualquier aspecto de la vida de una persona. También el arte del Feng Shui (ciencia oriental para equilibrar energías) recomienda desprenderse de los objetos viejos que ya no te gustan o no necesitas. El maestro espiritual, Osho, asegura “cada día tienes que absorber lo nuevo y crear lugar para lo nuevo, pues lo viejo tiene que irse.”
Pero no sólo se trata de despedirte del pasado, sino también de actitudes obsoletas; de defectos; de prejuicios; de opiniones negativas; de errores reincidentes; etc. Si decides decir adiós a lo viejo, empieza por eliminar lo que no te gusta de ti mismo. Por muchas dificultades que encuentres, también encontrarás muchas satisfacciones con el cambio: nuevas experiencias; nuevas amistades y diversiones; nuevas oportunidades de trabajo; aprender a disfrutar con el riesgo; a crear tus propios recursos; a descubrir diferentes matices de tu personalidad; a valorarte; etc.
Es probable que tengas que pagar un precio por el cambio, pero no te preocupes, habitualmente, es a partir de tomar la decisión de cambiar, cuando empiezas a encontrar a personas que van a apoyarte y a hacerte sentir más fuerte. ¿Tienes lo que hay que tener para tomar la decisión de cambiar, aunque te sientas solo? Recuerda que nadie puede tomar la decisión de cambiar tu vida, salvo tú mismo. Si no te sientes capaz de crear tu propio camino, fíjate en alguien que ya haya recorrido el suyo. Sigue los pasos de esa persona, conviértela en tu mentora y hazlo como ella, hasta que sepas hacerlo a tu manera. Aprender de otros es una forma de aprender de ti mismo también. Si estás dispuesto a luchar, pide ayuda, escucha y aprende lo que tienen que enseñarte los que ya se han reconstruido.
Te damos cuatro reglas para empezar la reconstrucción de ti mismo:
1. Responsabilízate de lo que ocurra y no eches la culpa a nadie.
2. Acepta los cambios como normales y necesarios.
3. Cree en el ciclo de la vida: “Se recoge lo que se siembra.”
4. Y sobre todo, ¡cree en ti mismo!
Puedes hacer un cambio radical o puedes hacer pequeños cambios que mejorarán tu vida. De cualquier manera, cambiar a mejor es fundamental para tu felicidad.
“Usa la destrucción creativa en diferentes aspectos de tu vida para evolucionar y probarte a ti mismo”, Sonja Wilker.
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