Gracias Javi, es totalmente inspirador...
Añado un articulo que lei sobre la destruccion creativa:
Destrucción Creativa: 5 claves para destruirte y volverte a crear
Cuando preparaba la entrada sobre el “El mito de felices por siempre” me encontré accidentalmente con este concepto de la destrucción creativa que me sedujo por su simplicidad. Adicionalmente, cuando empecé a revisarlo en detalle, me di cuenta de que tiene sus raíces en la teoría económica y empresarial, pero que se puede extrapolar a muchas circunstancias de la vida. De esto se trata esta entrada, de cómo hacer cosas simples para que la vida no pierda su sencillez, impacto y propósito.
Detengámonos para ver lo que tiene por dentro la destrucción creativa:
Destruir creativamente es asegurarnos de hacer evolucionar las cosas hacia un estado superior, incluso a costa de su propia existencia. En este caso, al hablar de estado superior podemos llamarlo conciencia, fluidez, sencillez, simpleza, gratitud, sentido, gratificación, completitud. En general, puede tratarse de cualquier situación donde se supere el statu quo, donde se innove y se pongan a prueba las costumbres, la rutina y los supuestos inamovibles. Destruir creativamente es cambiar, re–adaptarse y en cierto modo un “morir” para “volver a nacer”. Es estar listo para que eso ocurra, o incluso, abrir los caminos para que ese proceso se dé.
En su versión original, la Destrucción Creativa establece cinco casos de innovación:
La introducción de un nuevo bien.
La introducción de un nuevo método de producción o comercialización de bienes existentes.
La apertura de nuevos mercados.
La conquista de una nueva fuente de materias primas.
La creación de un nuevo monopolio o la destrucción de uno existente.
La Destrucción Creativa, adaptada a la vida normal de cualquiera de nosotros, podría leerse así:
1. Introducir algo nuevo en la vida:
Creemos con facilidad que introducir algo nuevo en la vida tiene que ver con disponer de dinero y comprar algo que no tenemos; con rapidez nos vamos al pensamiento de que hay que “tener” o “gastar”. Sin embargo, introducir algo nuevo en la vida puede partir de las cosas sencillas y aparentemente cotidianas, no necesariamente tiene que ver con nuevas cosas materiales, también puede tratarse de experiencias.
¿Cuántos miedos has retado últimamente? ¿Cuántas cosas que no querías hacer finalmente las hiciste? ¿Cuántas conversaciones pendientes afrontaste? Vencer los miedos introduce “nuevas valentías” a la vida; cuando nos damos cuenta de que “podemos con algo” eso ya deja de ser un “problema” y pasa a ser simplemente algo que ya “sabemos cómo afrontar”.
¿Cuántos libros nuevos te has leído recientemente? Personalmente me inquieta que hoy día la gente cada vez lee menos; también puede tratarse de artículos de revista, blogs, fragmentos de libros o hasta ver documentales, pero cada vez los lectores somos una especie en extinción y un tipo de extraterrestres raros.
¿Cuánta gente nueva has conocido en el último año? Y hablo de gente que te aporte, que enriquezca tu vida, no de ampliar tu red de relaciones tóxicas ni de contactos inertes en Facebook. La gente nueva normalmente va cargada de experiencias nuevas; yo no soy el más extrovertido del mundo, pero valoro enormemente conocer y escuchar gente que me enseñe cosas y de quienes pueda aprender ¿Tú qué valoras en los demás…?
destruccion-creativa-vidaPuede que suene contradictorio, pero en la práctica introducir cosas nuevas a la vida puede pasar por el hecho de abandonar lo viejo o destruir lo que ya no sirva. El solo hecho de que algo ya no esté presente nos pone a vivir una nueva vida ¿A qué sientes que estás apegado (a)? ¿Qué pasaría si sueltas eso…? ¿Cómo se vería tu nueva vida? ¿Hay algo que tengas que destruir en ti? Esas respuestas son la clave para entender qué puedes introducir como cosas nuevas a tu vida.
2. Hacer las cosas de forma distinta y relacionarnos diferente:
¿Cuántas veces cambias la posición de los enseres en tu casa? ¿Qué tal si ensayas a dormir en otro sentido? ¿Y si hoy caminas un poco más y tomas otra ruta? ¿Qué tal si en vez de salir derecho para tu casa te vas a ver una obra de teatro o una película al cine? ¿Qué tal si a esa persona que es especial para ti la llamas inesperadamente y la invitas a dar un paseo o tomar algo? ¿Se te ha ocurrido tomar una ruta nueva para llegar a tu casa u oficina? ¿Qué tal si te permites hacer un pequeño cambio de horario?
¿Cuándo fue la última vez que usaste una crisis para cambiar de planes? Hace poco que iba para mi trabajo tuve que afrontar las ya acostumbradas crisis del transporte público en Bogotá (Colombia); gente enojada, bloqueo de vías por protestas, buses retrasados, policías desesperados, estaciones llenas, estrés, caos, desconcierto, etcétera. Nada que sonara muy halagador para una soleada mañana de agosto. En la estación cerca a mi casa no podía coger el bus a mi destino y sacar el auto tampoco era una opción, así que debía caminar a otra estación mucho más lejos… y vaya sorpresa porque el atajo que tomé me ayudó aprovechar el sol de la mañana, deleitarme viendo unos perros jugar en el inmenso césped de un parque que atravesé, luego cruzar otro parque y finalmente caminar por un agradable y tranquilo barrio que no conocía. Todo esto solo por cambiar de planes y hacer algo que nunca había hecho.
El “dolor” es inevitable pero el “sufrimiento” es opcional, y en este caso ni lo uno ni lo otro ocurrió al cambiar de planes, ni siquiera el cansancio por tener que caminar de más. Sé que a veces no es fácil, pero a medida que lo hacemos más seguido nos vamos dando cuenta de que no hay que bajar los brazos y rendirnos, que podemos introducir mucha novedad a lo que ya parece cotidiano.
3. Ampliar nuestra oferta personal:
En la teoría original hablamos de la apertura de nuevos mercados. Trayéndolo a este contexto podríamos decir que “mercado” puede ser aquella persona o colectivo para quienes somos valiosos, para quienes “somos oferta”. ¿A cuánta gente le servimos hoy día? ¿Qué oferta de ser humano somos? ¿Qué estamos dando? ¿Cuál es nuestra contribución personal? ¿Cuál es la marca que estamos dejando?
Al cambiarnos a nosotros mismos cambiamos todo alrededor. Puede que esta frase suene a cliché pero es real, funciona, así ocurre en la práctica, es fácil de comprobar. No sé por qué hoy día está haciendo carrera tan fácil esa idea de que los cambios deben venir de afuera, que el cambio personal es una cosa que se puede comprar como todo en un supermercado, cuando en realidad somos creadores desde adentro con lo que pensamos, declaramos y finalmente hacemos. Sentados viendo pasar la vida no vamos a construir ni a lograr nada; hay que tener un fin en mente, hacer un plan y ejecutarlo… las cosas las vamos manifestando en nuestro mundo que es el mismo mundo que compartimos con todos.
4. Soñar:
Creo que el mayor acto de Destrucción Creativa es soñar y crear mundos que todavía no existen. La teoría original habla de conquistar nuevas fuentes de materias primas y esto precisamente tiene que ver con proponernos algo, con tener un deseo firme y sacar las cosas adelante. La materia prima para actuar sobre algo significativo es precisamente el deseo ferviente de materializar un sueño.
Soñar nos mantiene conectados con la búsqueda de nuevas fuentes de inspiración. Tememos al fracaso, a la inseguridad, a que las cosas no nos salgan como queremos. Nos la pasamos evitando el dolor. Adicional a esto, estamos condicionados para repetir y repetir, para movernos en el terreno de lo conocido. Por eso terminamos haciendo lo mismo siempre en el mismo lugar y no soñamos, no buscamos nuevas fuentes de materia prima para seguir existiendo, para seguir apasionados viviendo intensamente la vida que tenemos.
5. Creer más en nosotros mismos y destruir la desconfianza:
La teoría habla de “la creación de un nuevo monopolio o la destrucción de uno existente”. En cierta forma nuestras mentes han sido monopolizadas por ideas de otros y lo peor es que nosotros mismos nos creímos esas ideas, las dimos por sentadas. Por muchas razones somos el monopolio de alguien más ¿Y cuándo te vas a decidir a ser tu propio monopolio? ¿Cuándo vas a buscarte y a reconstruirte? ¿Cuándo finalmente vas a creerte tu propio cuento?
Algunos tendemos a ser esclavos del pensamiento de lo correcto e incorrecto. Ponemos todo en el tamiz de lo que “debe ser” y “lo que no debería”. Si no prestamos atención a esas polaridades, a esas dicotomías dentro de nosotros, difícilmente podremos construir confianza en nosotros mismos y en nuestra propia capacidad de hallar nuestras propias respuestas y, sobre todo, nos costará más trabajo hacernos cargo de “nuestro propio bote”, de capitanear nuestra propia vida para construir el genuino monopolio personal.
Entonces: ¿Cuál es la destrucción creativa que harás en tu vida?
https://mantenlosimple.com/2014/10/06/destruccion-creativa/