Tú tienes la capacidad de percibir el mundo como tú quieras percibirlo.
Portamos una información genética que nos condiciona a experimentar ciertas situaciones en nuestra vida. Situaciones que siempre elegiremos nosotros. Y sí, es cierto que las elegimos nosotros. Nosotros elegimos estar siempre en el momento justo y en el sitio adecuado.
Ya sea de manera consciente, o inconscientemente, tomamos una serie de decisiones que nos llevan a experimentar situaciones en nuestra vida.
Nuestro nivel de decisión se basa principalmente en la manera en cómo sentiremos esas experiencias, con qué ojos las miraremos, desde qué nivel de conciencia las contemplaremos, y las resentiremos a nivel emocional y biológico.
Esa mirada es algo difícil de llevar a cabo, puesto que el funcionamiento normal es el de la reacción. Reaccionar rápidamente a los estímulos, sin pararse a sentir como nos sentimos, a notar esa reacción en nosotros mismos y analizarla, y así no precipitarnos a través de ella.
Es algo que sin duda debe practicarse constantemente en las situaciones que lo requieran, pero con la práctica, sucede que cada vez se reacciona menos, proporcionando un equilibrio emocional.
¿Te atreves?