Cada uno tiene que hacerse cargo de sus propios conflictos internos irresueltos y no intentar adosárselos al resto.
La incapacidad de llegar a una solución, los incumplimientos o las inconsistencias constantes, las tergiversaciones de la realidad en beneficio propio y otros asuntos similares deberían tratarse primero en el ámbito intrapersonal exclusivamente, antes de compartirlos graciosamente con los demás y arrastrarnos a su propio tsunami emocional.
Todos tenemos asuntos por resolver, temas que tenemos que asumir como propios y ver de qué manera lidiamos con ellos para hallarles una salida satisfactoria. Y me parece de muy mal gusto que estos seres permanentemente generen situaciones de molestia para todos en las que priman su incapacidad de lidiar hasta con temas muy simples y que busquen el modo de zafar, perjudicando de más de una manera a quienes están a su alrededor, sin medir las consecuencias de sus acciones y de sus omisiones. O tal vez las midan y yo esté pecando de inocente o de alguien que siempre desea lo mejor para el prójimo.
SE TRATA DE PROBLEMAS AJENOS
Es que a veces parecería que ellos buscan entorpecer, molestar e involucrar en su inoperancia y su falta de tino, y así hacernos pasar por momentos embarazosos o incómodos. Quizá les divierte o disfrutan de ver el caos que provocan en aquellos que solo tenemos buenas intenciones y que hemos tratado de ayudarlos en diversas oportunidades.
Simplemente, da la impresión que prefieren apostar a que las cosas no salgan bien o a llevar todo al límite, boicotean los posibles resultados que obtendrán y arrastran a gente consigo. Provocan momentos de confusión y tratan de salvarlos en el último segundo, como si todo lo que fueran dependiera de eso para subsistir. Y aunque en ciertas ocasiones sus conflictos intrapersonales o lo que obtienen pueden dar pena o ganas de ayudarlos, hay que entender que primero nos tenemos que resguardar nosotros, porque si no también caeremos (o volveremos a caer) en esa trampa.
También voy a reconocer la parte que nos corresponde: creo que a veces damos demasiadas oportunidades de demostrar que pueden comportarse de una manera natural y correcta, ya que es nuestro modo de relacionarnos con quienes nos rodean. Tal vez, pensar que el resto de la gente puede llegar a tener los mismos principios y el mismo respeto que uno tiene por los demás sea un error que no permite ver la realidad en toda su crudeza: no todos somos iguales ni compartimos idénticos valores o convicciones