Los egipcios la usaban para mejorar problemas de estómago.
En Oriente, también era utilizada en Medicina y usada como especia. Griegos y romanos también la conocieron y se servían de ella para luchar contra el dolor de cabeza y las náuseas, sobre todo, contra los malos efectos del beber en exceso.
Es muy útil para: luchar contra los espasmos, sobre todo, de la zona abdominal, contra los edemas, por sus propiedades vasodilatadoras; para aliviar las piernas hinchadas, para mejorar las defensas, sobre todo, de boca y garganta, como refresco para pasar por el cuerpo y combatir el cansancio muscular, para las enfermedades respiratorias.