Hay una creencia popular, según la cual la persona que consuma un té de toloache a instancias de otra se enamorará irremediable y perdidamente de ésta…
Sin embargo, la ciencia dice que en realidad lo que experimentará un individuo “entoloachado” no será una pasión arrebatadora, sino algunos daños neurológicos, pasajeros o permanentes.
“El nombre de toloache suele aplicarse a unas 12 especies del género Datura, sin considerar las diferencias taxonómicas ni la toxicidad entre cada especie”, dice Robert Bye, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
Aunque el conocimiento popular hace referencia a sus peligrosos efectos tóxicos, las especies de este género son bien consideradas en medicina, especialmente por su actividad analgésica, antiinflamatoria, antibacteriana y psicotrópica.
Todas las especies son originarias de México, y tanto aquí como en Europa y la India han estado relacionadas siempre con los chamanes y la brujería.
El toloache y, en general, las daturas producen desorientación, angustia, falta de concentración y pensamientos incoherentes que impiden distingir entre realidad y fantasía.
“Técnicamente, el toloache es un delirógeno, es decir, causa delirios: la persona que lo consume no puede medir su relación con un objeto u otra persona”, explica el investigador.
Por lo regular se utiliza la raíz y la hoja de esta planta, pero también se puede usar la semilla, donde está la mayor concentración de escopolamina y la atropina, dos alcaloides tropanos causantes de esos efectos.
En muchos grupos étnicos del sureste de Estados Unidos y norte de México se utilizaba el toloache en ritos de iniciación en los que los adolescentes se convertían en adultos.
Los muchachos de entre 12 y 15 años, guiados por un chamán, tomaban una infusión de esta planta y, una vez bajo sus efectos, éste los reorientaba para que asumieran su papel como hombres en la sociedad.
“Estas ceremonias ahora están prohibidas en Estados Unidos, pero hace unos meses estuve en Arizona y un amigo me comentó que un grupo de indígenas aún las practica. En México, los huicholes, principalmente, siguen utilizando el toloache en ceremonias rituales”, informa Bye.
En cuanto al efecto desinflamatorio del toloache, se ha visto, por ejemplo, que da buenos resultados contra las hemorroides. En un recipiente se calienta un poco de agua hasta que empiece a soltar vapor y se le agrega una hojita de esta planta. Luego, la persona debe sentarse encima del recipiente para recibir los vapores. Al cabo de unos 30 minutos bajará la inflamación de las venas.
En colaboración con varios integrantes de la Facultad de Química de la UNAM, Robert Bye estudia dicho efecto.
“Algunos alumnos y yo hemos decidido buscar el principio activo antiinflamatorio de esta planta, pero todavía no lo hemos encontrado. Es un enigma”, apunta.
(FUENTE: eluniversal.com.mx)