Seguramente has tomado conciencia de los incesantes pensamientos que inundan tu mente, de tantos juicios, pensamientos de enfado, evaluaciones, ... ¿te apetece cambiar ese caos mental por un estado de paz?
Te comparto un sistema que me parece fácil y muy beneficioso.
Se trata de unas prácticas cortas y sencillas que nos van a ayudar a vivir el momento presente y van hacer parar a nuestro bullicio mental.
La forma es hacer algo en un corto plazo y habituarnos a ello, para hacer que estemos aquí y ahora, de forma que la mente no tenga opción a traer ningún pensamiento que no necesitemos en ese momento.
Cuando te despiertes en la mañana mantén tu atención ahí, en ese justo momento. Observa tu cuerpo, tu respiración. Tus sensaciones. Al estar atentos, la mente se mantiene en alerta a ello y...no piensa.
Mantente así unos minutos y deja el estado de atención y levántate.
Al empezar a andar siente tus pies en el suelo, los pasos...y ahora observa que sienten tus pies al entrar en contacto con el suelo. Vuelve a dejar el estado de alerta.
Se trata de tomar pequeños momentos, sin alargarlos para que la mente no empiece a divagar.
Cuando estés en la ducha siente el placer de recibir el agua y observa tu cuerpo como responde ante ello, sus sensaciones.
Al desayunar estarás calmado y respirarás tranquilo. Aspira el aroma del café o de lo que tomes; siente cada uno de los alimentos que pones en tu boca y saborealos de forma consciente. Relaja tu atención.
Cuando te vistas siente la ropa al tocar tu piel, el aroma de tu perfume, la sensación al colocarte los zapatos...
Fíjate que ya llevas varios momentos enfocados en ti, sin preocuparte de nada más que no sea lo que estás haciendo.
Al llegar al trabajo o a tu lugar de destino, te sentirás más tranquilo y también más consciente.
Observa como te sientes al ver a las personas con las que te cruzas, como recibes el primer saludo del día, como es tu tono de voz al contestar, como te mueves por el lugar... Relaja tu atención.
Al final de tu día van a ser muchos pequeños momentos que has estado conectado con tu realidad, con las sensaciones presenciales del momento.
Si día a día practicas estos momentos presenciales, cada vez más consciente, tu mente va a estar más calmada y tu vida será más armoniosa.