Para muchos, vivir con la realidad de una enfermedad no es algo fácil de manejar y superar. Cuando hay dolor, incomodidad, limitación e incertidumbre por el futuro, el día a día puede convertirse en pesadilla.
En nuestros tiempos, la medicina es pronta a formular pastillas y tratamientos que en la mayoría de casos conllevan a más síntomas y efectos secundarios, y en algunos casos ni siquiera alivian la causa de nuestros pesares – sólo los síntomas.
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Seguir un protocolo médico es una decisión personal, importante y válida. Sin embargo, no es excluyente cuando se trata de iniciar también un proceso interno de búsqueda de respuestas a la pregunta principal, ¿cómo me sano?
¿Puedo sanarme a mí mismo?
Es una pregunta difícil de contestar porque cualquier respuesta posible no es una verdad absoluta.
Existe gente que dice que logró sanarse a sí misma o que evidenció a alguien hacerlo, y existen personas que lo han intentado y no lo han logrado aparentemente.
Sanarse a sí mismo puede ser una combinación de factores, pero empieza con darse cuenta del poder auto sanador del cuerpo y mente humanas, y de la relación entre nuestro campo energético y lo que manifestamos alrededor.
Al contrario de cuando nos ponemos en manos de un doctor – un factor externo – sanarse a sí mismo implica tomar el control de una forma diferente – desde nuestra realización de quiénes somos y cómo opera el universo.
Quizás haya escuchado hablar de aquellos casos en que alguien se sanó después de recibir un tratamiento experimental milagroso, para al final darse cuenta que lo único que había recibido era un placebo.
¿Cómo es posible entonces la sanación en estos casos? Quizás se explica a través de la fe y la seguridad que la persona tuvo al recibir el “medicamento” pensando que efectivamente estaba siendo sanado. Pero, ¿cómo se manifestó este convencimiento en el cuerpo, en forma de salud?
Nosotros creamos nuestra realidad de una manera u otra.
Aunque todos tenemos tendencias genéticas, el cerebro aún puede crear nuevas realidades, no determinadas por nuestro pasado ni por nuestro equipaje biológico y genético. Y aunque esto no es sencillo de lograr, tampoco es demasiado complicado.
Existen muchos ejemplos de que es posible cuando se combinan diferentes factores. Esto no implica abandonar su tratamiento médico o los pasos que ha venido dando, sino considerar integrar esta perspectiva de auto sanación a sus esfuerzos.
Cómo empezar el camino de la auto-sanación
Crea que es posible. Usted crea su realidad. Si usted tiene dudas sobre el poder auto sanador del cuerpo, éste le responderá confirmando esa duda. Por el contrario, si tiene absoluta fe y certeza que el cuerpo puede revertir cualquier condición, así será. Crea.
Filtre sus pensamientos. Si usted se concentra demasiado en su enfermedad, la manifestará una y otra vez. Si su vida gira alrededor de citas médicas, encontrar nuevos síntomas, contarle a todo el mundo lo que le dijo el doctor o lo que siente, y cosas similares, estará manifestando más de esta realidad. Filtre el pensamiento de manera que ocupe su mente – y su energía – en salud, vida, actividad. Si sus pensamientos crean – y lo hacen – entonces cuide lo que piensa!
Purifique su cuerpo. Tanto energética como físicamente, usted necesita purificarse. Tome más agua pura, coma orgánico y fresco, límite el consumo de carne animal, drogas y bebidas alcohólicas, y dese un baño con sal pura de mar, una vez a la semana.
Purifique su entorno. Igualmente, mantenga su entorno libre de energías bajas. Rocíe agua con sal de mar y prenda incienso y velas.
Escuche a su cuerpo. Aprenda a escuchar las señales que su cuerpo le da. En vez de tomarse esa pastilla porque “usualmente si no me la tomo me da el dolor”, espere a que el cuerpo se manifieste. Empiece a trabajar con él.
Háblele a su cuerpo. Sí. Háblele a su cuerpo – a sus órganos, a sus células, a cada rincón de sus entrañas. Si esto le parece extraño es quizás porque siente que su cuerpo es algo ajeno a usted, cuando en realidad es usted y le responde a usted. Medite sobre esto.
Reserve una hora o más cada día para hablarle a su cuerpo y darle expresas instrucciones de sanación. No importa que se sienta extraño al hacerlo. Su cuerpo le escucha y le cree. Usted controla su cuerpo así que dígale a sus células que vibren con luz y combatan cualquier agente perjudicial. Concéntrese en la región del cuerpo que lo aqueja y háblele a sus órganos con paciencia y amor, agradeciéndoles por su función e instruyéndoles para que se auto regeneren y empiecen a vibran con la frecuencia de la vida.
Explore las raíces de su enfermedad. Para qué se enferma? Es una pregunta extraña pero algunos estudios han demostrado que las enfermedades tienen ganancias secundarias y que cuando las personas las entienden pueden superarlas. Puede ser algo tan sencillo como que inconscientemente disfruta de la atención que recibe de todo el mundo al estar enfermo. Explore sin censura y con mente abierta. No se culpe ni se critique.
Medite. La meditación es altamente efectiva a la hora de sanarse. Aprenda a meditar y practíquelo lo más que pueda cada día.
Reciba terapias energéticas. Las terapias como el Reiki y el KiGong ayudan al cuerpo a activar su poder auto sanador. Cuatro sesiones pueden ser suficientes pero si las disfruta y puede, recíbalas a menudo!
Debemos recordar que estas indicaciones son solamente un adicional, de nuestros esfuerzos. Siempre debemos tomar en cuenta el consultar a nuestro medico Especialista para recibir un Diagnóstico adecuado, y un tratamiento acertado. Aunque sea un Doctor en Medicina Alternativa