Tendemos a querer tenerlo todo controlado y nos agobiamos si no es así. En el amor, muchas veces, nos volvemos esclavos de la pareja por el simple hecho de que no queremos perderla, queremos saber todo de ella en cualquier momento y si no es así, sentimos que sufrimos y que algo estamos perdiendo.
Sentimos celos, rabia, soledad y muchas sensaciones que en realidad nuestra pareja no es la que está provocando estos males dentro de nosotros,
los culpables de todo esto somos nosotros mismos sumergidos en este aferramiento en el que vivimos.
A nuestra pareja puede no gustarle este ambiente y todavía más en nuestra contra se pronuncia el desapego hacia nosotros y aún más sentimos aferramiento y sufrimiento y aunque no pensemos en ello, a nuestra pareja también la hacemos sufrir y mucho.
“La perdemos”El ser humano tiende a querer tener todo agarrado con fuerza, controlado y creé que así lo tiene más asegurado en su corazón. Lo agarra, lo aprieta y camina en la vida con esa fuerza acumulada en sus espaldas mientras está seguro de qué así tiene las cosas guardas bajo llave y aferradas para siempre. No es así, al aferrarnos alejamos lo querido, agobiamos y creamos mal estar a nuestras personas amadas y cada día nos convertimos en pulpos más difíciles de aguantar.
De todo esto en realidad el que pierde es uno mismo, porque si analizamos nuestro sufrimiento, es continuado y provocamos que además dejen de queremos y todo por culpa de nuestro ciego aferramiento.
Ejercicio breve de conciencia. “El anillo”
Una inspiración y un ejercicio que te podrá ayudar en tu vida:
Toma un anillo o algún objeto que tengas cerca de ti en este momento y ponlo en el centro de tu mano. Simboliza que esté es tu amado o aquella cosa por la cual te aferras y no quieres perder. Lo natural es que sientas las ganas de cerrar el puño y mantenerlo apretado y bien sujeto para sentir que es tuyo. Haz la prueba ¿verdad que es así? e incluso tal vez ya lo tienes amarrado desde antes de haber leído esto.
Ok…!!! Llegados aquí, si te digo que este es el modelo en el que vivimos aferrados, si te digo que estés durante tus próximas 24 horas apretando este objeto para que no lo pierdas. Con el tiempo y las horas te darás cuenta de que tu mano no aguanta, que te estás haciendo daño y por no mentar el objeto o el anillo que seguro esta prensado, agobiado, adolorido y si fuera un chocolate estaría totalmente desecho y aplastado.
Simplemente este aferramiento te hace sufrir a ti y a tu amado.
Date cuenta de lo fácil que es comprender la solución a esto, es simple, es amor, es consciencia, es naturalidad e inteligencia, es dejar de ser torpe y perturbador, es ser ágil, ligero y fluido como el agua, es amarte a ti mismo/a y tu compañero en toda su pureza.
Fíjate…!!! Voltea tu mano con la palma mirando al cielo y abre tu puño cerrado con los dedos bien estirados. Tu objeto o anillo sigue permaneciendo en el centro de tu palma, sientes alivio porque has dejado de aferrarte y además lo sigues teniendo contigo.
¡No Lo Has Perdido Aquí Está Acariciando Aún Tu Piel Y Sigue Junto A Ti Por Amor!
Los dos ganáis y podéis empezar una nueva vida sin aferramiento con este ejercicio y modelo de vida y de pensar.
Abre tu mano no vas a perder lo que más ames en esta vida. De esta forma serás más feliz, tú y tu querido amor.
Recuerda: Querer es poseer y sufrir. Amar es soltar y ser libre.
Autoría, Edición y publicación:
Albert Espinola