Nemesis CO-CREADOR@
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| Tema: Yo me siento vs. Yo soy Vie Sep 04 2015, 22:42 | |
| Los seres humanos vivimos constantemente en la llamada "polaridad". Tal como la palabra lo indica, se trata de dos "polos" opuestos, es decir, de ambivalencias, dudas, vacilaciones, altibajos, cambios de opiniones, intermitencias, etc.La polaridad en sí misma no es perjudicial, más bien, es algo inevitable con lo que hay que aprender a convivir, porque es el "lenguaje" de la vida en este mundo. Por eso, cuando hablamos de encontrar nuestro "eje", en realidad lo nos referimos a encontrar un punto medio, un equilibrio, del cual procuramos apartarnos lo menos posible y de esa manera no desequilibrarnos tanto como para perder nuestro rumbo. Un claro ejemplo de esa polaridad son los conceptos "yo me siento" y "yo soy", totalmente opuestos entre sí.Yo me siento.Nuestras percepciones son variables, pasajeras, cambiantes. Cómo nos sentimos con nosotros mismos cambiará en un rato, mañana, o la semana que viene, pero es algo temporal que depende de la manera en que ciertos factores externos impacten en nuestro ánimo y pensamientos.Cuando depositamos nuestro bienestar en otra persona, por ejemplo al decir frases como "si vos estás bien, yo estoy bien", "necesito encontrar alguien que me haga feliz", "siento que no reconocen mi esfuerzo" y similares, nos exponemos a los vaivenes anímicos de los demás, es decir, nuestro estado de ánimo en relación a nosotros mismos depende de cómo nos hacen sentir.Hoy pueden felicitarnos por nuestro trabajo, reconocer nuestra inteligencia/belleza/talento, etc., y eso nos hace sentir orgullosos y valorados. ¿Pero qué pasa si mañana ponemos todo de nosotros mismos, como hacemos todos los días, pero esta vez la otra persona nos devuelve un comentario menos favorable? Indudablemente nuestro estado anímico se verá afectado por la respuesta indeseada que recibimos de nuestro entorno.Insisto que es inevitable oscilar ante las reacciones de nuestro entorno, dado que no podemos permanecer absolutamente indiferentes ante los distintos estímulos de la vida en sociedad, pero sí podemos estar atentos a la hora de ceder excesivamente el poder de "regular" nuestro estado de ánimo a la otra persona. No se trata de volverse insensible al trato que recibimos de los demás, porque muchas veces el entorno actuará como espejo, reflejando nuestra forma de ser en las reacciones de los otros, sino de encontrar un equilibrio a las valoraciones y desaprobaciones de los demás sobre nosotros para no volvernos dependientes de eso. Y en este punto pasamos al segundo concepto:Yo soy.Este término hace referencia a nuestra esencia, a aquello que no cambia con el paso del tiempo, sino que es una instancia pura e inalterable, que tiene la función de recordarnos quiénes somos y de esa manera guiarnos en nuestra vida.Estar conectados con nuestra esencia es lo que nos permite mantenernos en nuestro eje. Pero, exactamente, ¿qué somos? En principio, somos seres que existimos por alguna razón, que no nacimos por azar, y por lo tanto nuestro rol en esta tierra es absolutamente indispensable. El desafío es pensar nuestro "yo soy" (y sobre todo el de los demás) separado de la personalidad o ego, porque ella sí sufrirá transformaciones con el correr de los años y es la responsable de generar simpatías y rechazos en los demás (y en nosotros mismos).Volviendo a los ejemplos anteriores, si nosotros sabemos quiénes somos, ante una reprobación sabremos que después de todo somos seres humanos que tratamos de hacer las cosas de la mejor manera posible (aunque a veces no parezca), que a veces pueden salir mejor que otras, pero que por un comentario desfavorable no vamos a dejar de valorar nuestros intentos.Aunque no solamente ante las críticas y los ataques tenemos que recordar quiénes somos: igual de importante es hacerlo en los elogios, merecidos o exagerados; eso también es mantenerse en el eje. Poder reconocer nuestros límites y nuestros justos derechos ante los otros nos da la posibilidad de ser respetuosos ante la gente, tratar a las personas cordialmente y sobre todo ver en ellas a nuestros iguales, porque ellos también tienen una esencia. Los aspectos conflictivos siempre surgen de la personalidad o ego, y nunca del plano esencial. Recordar que somos seres necesitados de dar y recibir amor nos hará más comprensivos ante nosotros mismos y ante los demáshttp://fernandocavia.blogspot.com.ar/search/label/art%C3%ADculos%20propios | |
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