Elige un buen momento para reflexionar sobre lo sucedido. Este es el punto más importante de todos porque vivimos tan aceleradamente y tan llenos de asuntos pendientes, obligaciones y cosas por resolver, que se nos olvida lo importante que es detenernos para mirar nuestra vida y preguntarnos si queremos seguir viviéndola de la misma manera o si, por el contrario, queremos hacer unos cambios para experimentar un mayor bienestar.
Hacer un alto en el medio de la rutina acelerada, nos reconecta con la presencia de Dios, con el amor, la paz, la alegría y la posibilidad de que seamos un instrumento para esparcir paz, confianza y esperanza en nuestro mundo.
Piensa en lo sucedido, como en una oportunidad de aprender, madurar y poner en practica tu conocimiento esencial. No importa qué tan difícil te parezca aceptar o perdonar. Ten presente que puedes hacerlo y que todo pasa. Que siempre puedes volver a comenzar, con más fuerza, entusiasmo, valor y determinación. Que lo vivido te deje la experiencia y la madurez que te permitan hacer mejores elecciones la próxima vez, corregir los errores y asumir el control y la responsabilidad de tu vida.
Decide renovar tu estilo de vida. Es el momento perfecto para sacar de tu vida todo aquello que te haya hecho daño; tiempo de pasar la página para dejar el pasado negativo atrás; tiempo de recuperar tu bienestar y tu paz interior, de sanar y fortalecer el vínculo que mantienes con amigos y familiares, inclusive el que tienes con esa persona en particular, para comenzar una etapa nueva y diferente.
Practica el perdón. Aun cuando tu decisión sea dar por terminada la relación que mantenías con esa persona que te hizo daño con sus comentarios, comportamiento o actitud, necesitas perdonarle para vaciar tu contenedor interno de toda esa carga emocional y mental negativa que has acumulado durante todo este tiempo. Hacerlo, hará que logres reconciliarte contigo mismo, con la vida y con el ser humano. No te cierres a la posibilidad de continuar relacionándote con otras personas con la misma confianza, entrega y entusiasmo con el que lo has hecho siempre. Que las experiencias difíciles no te marquen y que no te impidan darte nuevas experiencias. Perdona para continuar adelante ligero de equipaje.