Construir relaciones forma parte de la vida. De hecho, las relaciones son una increíble fuente de bienestar, nos brindan el apoyo que necesitamos en los momentos difíciles y nos regalan alegría.
Sin embargo, hay ocasiones en que las relaciones no nos aportan nada positivo, al contrario, se convierten en una fuente de estrés y sufrimiento.
Esto nos sucede cuando cuando nos relacionamos con personas tóxicas, personas que nos roban nuestra energía y entusiasmo, afectando profundamente nuestro equilibrio emocional.
¿Por qué caemos en las redes de una persona tóxica?
Algunas personas se ven involucradas en relaciones tóxicas, sin apenas darse cuenta. De hecho, se trata de un problema bastante usual ya que no siempre somos capaces de captar a la primera las verdaderas intenciones de la persona. ¿Por qué?
– Estás en una etapa vulnerable. Si te has mudado de ciudad o has perdido a una persona querida, es probable que te sientas solo y estés atravesando por una fase en la que eres particularmente vulnerable. Tener a alguien a tu lado, una pareja o un amigo, sería de gran ayuda, por lo que es normal que bajes las defensas y dejes entrar en tu vida a las personas tóxicas.
– Han alimentado tu ego. Las personas tóxicas son excelentes manipuladores, por lo que en un primer momento suelen mostrarse solícitas y encantadoras. De hecho, es probable que se hayan introducido en tu vida diciéndote lo que deseabas oír, cuando nadie más estuvo dispuesto a hacerlo. Al colmar alguna de tus expectativas, tu ego creció y te impidió ver la realidad, convirtiéndose en una especie de cristal a través del cual veías solo los aspectos positivos de esa relación.
– Quieres obtener aprobación. Desear agradar a toda costa, en la búsqueda de la aceptación de los demás, suele conducir a establecer relaciones tóxicas. En este caso, la persona se da cuenta de que el otro es un manipulador pero no encuentra la manera de deshacerse de sus redes porque cree que cualquier negativa por su parte, le hará parecer descortés o le privará de la aprobación que tanto necesita.
¿Cómo reconocer a una persona tóxica?
Cuando la persona tóxica es alguien cercano, como un amigo, un familiar o incluso nuestra pareja, es difícil reconocerle ya que los sentimientos nos juegan una mala pasada. Sin embargo, compartir nuestro día a día con una persona así puede llegar a ser muy desgastante y, a la larga, terminará por contagiarnos su negatividad. Por eso, el primer paso para ponerle fin a ese tipo de relación, consiste en ser conscientes de que se trata de una persona tóxica.
1. Se centra siempre en el lado negativo de las cosas
Es normal que en ocasiones miremos la vida con un prisma negativo, sobre todo cuando las cosas nos han salido mal. Sin embargo, hay personas profundamente pesimistas, que siempre ven el vaso medio vacío, que no son capaces de apreciar los aspectos positivos sino que siempre se centran en los errores y problemas. Obviamente, tener a este tipo de personas a nuestro lado puede ser desgastante y muy desmotivador porque terminaremos contagiándonos con su negatividad.
2. Nunca escucha tus problemas
Se trata de la típica persona que acude a ti cada vez que tiene un problema pero que no está dispuesta a escuchar tus dificultades y brindar apoyo emocional. Esta persona espera que estés a su lado cuando lo necesite pero no está dispuesta a brindar su ayuda. De hecho, es probable que le estés contando tus problemas y termines compadeciéndote de los suyos, que son infinitamente menores. Obviamente, una persona así solo traerá más carga a tu vida y te hará sentir solo.
3. Siempre está dispuesta a señalar tus defectos
Todos tenemos defectos y, en ocasiones, tener a una persona al lado que sea honesta y los señale, es importante para crecer y superarnos. Sin embargo, la línea entre la honestidad y la hipercritica es muy sutil y se puede traspasar con facilidad. Una persona que siempre esté dispuesta a señalar tus errores y defectos, que siempre tiene la crítica preparada, pero a la que le cueste reconocer tus logros y aptitudes, es una persona tóxica que, en vez de ofrecerte el apoyo que necesitas, minará tu autoestima y autoconfianza.
4. Te saca de quicio a menudo
Es normal que en las relaciones interpersonales, haya momentos de fricción, dados por los desencuentros de opiniones e intereses. Sin embargo, las personas tóxicas siempre se las arreglan para molestarte y hacer que termines experimentando emociones negativas, ya sea porque te has enfadado o porque te sientes culpable. Si cada vez que te encuentras con una persona, pierdes tu equilibrio emocional y terminas sintiéndote mal, es probable que se trate de alguien tóxico que no necesitas tener en tu vida.
5. No tiene en cuenta tus sentimientos
La mayoría de las personas tenemos un mínimo de empatía ya que se trata de una habilidad esencial para sobrevivir en nuestra sociedad. La empatía no solo nos permite ponernos en el lugar del otro sino también equilibrar nuestras palabras y actitudes, para no dañar a nuestro interlocutor. Sin embargo, a la persona tóxica no le interesan tus sentimientos, por lo que no tiene reparos en pisotearlos porque su prioridad absoluta es ella misma.
6. Te presiona para que hagas cosas con las que no te sientes a gusto
Las personas tóxicas son profundamente egoístas, por lo que no suelen tener reparos para presionarte, con tal de lograr su objetivo. Esta persona siempre vela por sus intereses y nunca está dispuesta a dar su brazo a torcer, por lo que recurre a diferentes metodos de manipulacion para presionarte y lograr que tomes decisiones que van en contra de tus valores, necesidades y deseos. De hecho, si no estás atento, puedes terminar atado de pies y manos, viviendo una vida que no te apetece, solo porque la persona que se encuentra a tu lado te presiona continuamente.
7. Te llena de dudas
De vez en cuando, es necesario tener a un Pepito Grillo que nos indique los riesgos que tendremos que afrontar al tomar determinadas decisiones. Sin embargo, hay personas que solo son capaces de ver las dificultades y su único objetivo es sembrar las dudas. No se trata de la típica persona cauta sino de alguien que emprende la vida con miedo, que no se atreve a salir de su zona de confort y que no quiere que los demás lo hagan. Por eso, se dedica constantemente a boicotear cualquier proyecto, sembrando la inseguridad. Estas personas son especialistas en cortar las alas y borrar los sueños.
8. Traspasa continuamente tus límites
Existen personas profundamente invadientes, que no respetan tus derechos y cruzan continuamente tus líneas rojas. Es como si siempre estuvieran tensando la cuerda, para comprobar hasta dónde puede llegar tu paciencia. Estas personas invaden continuamente tu espacio personal, te roban el tiempo, y esperan que siempre estés dispuesto a responder cuando te necesitan, si no lo haces, es probable que recurran a la manipulación emocional para hacerte sentir culpable.
9. Nunca asume su responsabilidad
Una persona que nunca asume su responsabilidad, que tiene un locus de control externo, es alguien difícil de manejar porque siempre estará quejándose. Como la responsabilidad nunca es suya, siempre estará buscando chivos expiatorios en los cuales depositar la culpa, por lo que no es extraño que te conviertas en uno de ellos. Se trata de niños pequeños, personas que no han madurado y que ponen toda su responsabilidad sobre tus espaldas, haciendo que cargues un fardo que no te corresponde.
10. Se resiste a cambiar
En muchas ocasiones, cuando queremos mantener determinadas relaciones, nos vemos obligados a cambiar, es un proceso normal a través del cual nos adaptamos al otro. Sin embargo, en una relación, es necesario que ambos cambien, que cada cual recorra una parte de la distancia que le separa del otro. Si una de las personas nunca está dispuesta a dar su brazo a torcer y no quiere cambiar, o ni siquiera lo intenta, entonces es mejor dejar de lado esa relación porque no existe compromiso ni voluntad para que la relación funcione.
Por supuesto, una vez que detectes a este tipo de persona y conozcas sus tácticas de manipulación, tendrás que aprender a tratar con ellas
Jennifer Delgado