Si te repites que nunca tendrás prosperidad, la pobreza reinará en tu vida. Por eso es tan importante que te programes positivamente.
De acuerdo con la dinámica y la naturaleza perfecta del Universo, tus necesidades deben estar completamente cubiertas, en tu vida no debe existir la carencia ni el sufrimiento debido a bienes materiales. Pero la única manera de lograr un equilibrio entre tus necesidades y lo que el Universo tiene para ti, es mentalizándote para recibir la prosperidad y la dicha que mereces.
La programación de tu mente en positivo sólo es posible mediante la repetición de afirmaciones y el convencimiento de que todo lo que necesitas, está al alcance de tu mano.
Así que observa los siguientes consejos, prográmate positivamente, acepta el dinero que el Universo está dispuesto a darte y la abundancia llegará a tus manos.
Meditación de la abundancia
La siguiente es una técnica muy utilizada por los adeptos al control mental. También es importante ser concreto en el pedido a realizar.
Procedimiento
1. Como es habitual, relaja tu cuerpo hasta sentirlo pesado y relajado.
2. Forma en tu imaginación la imagen de un espejo de marco azul donde se refleje tu situación económica actual. Ve en él las actividades que tienes deseos de hacer y no puedes, los objetos que te gustaría comprar pero son inaccesibles, los cursos que tomarías si te alcanzara el dinero, etcétera. Detente unos minutos en esta imagen.
3. Ahora, visualiza que el marco azul cambia de color hasta llegar a ser blanco. Dentro de este marco de color blanco brillante, la escena ha cambiado: tienes puesta la ropa que deseas, está comprando los objetos que anhelas…
4. Con esta imagen ideal, vuelve a tu estado de vigilia.
Esta meditación puede hacerse cuantas veces quieras Es ideal realizarla al menos una vez por semana. De esta manera, estarás logrando que tu mente se convenza de que todo lo que hay en el mundo te pertenece.
Afirmaciones de la abundancia
Uno de los preceptos fundamentales de la Nueva Era es que recibimos de acuerdo con nuestras creencias. Hace ya bastante tiempo Carl Jung, famoso psicólogo y místico, enseñaba su teoría de la mente comprobadora. Decía que si nosotros afirmamos algo, ya sea positivo o negativo, nuestra mente intenta verificarlo de cualquier manera.
De esta forma, si creemos que no merecemos amor, por ejemplo, nunca encontraremos alguien con quien compartir afecto, ya que nuestra mente es obediente a nuestras creencias.
Lo mismo sucede cuando hablamos de dinero, si repetimos hasta el cansancio que el dinero es sucio, o que hay que matarse trabajando para ganar apenas lo suficiente, esto será lo que lograremos.
Es importante, al realizar las afirmaciones, que siempre se hagan en tiempo presente y en sentido positivo. Por ejemplo, la afirmación: “No me gusta ser pobre” sólo atraerá más pobreza. La forma correcta es decir: “Tengo el dinero suficiente para vivir de acuerdo con mis gustos”.
Para trabajar con esta técnica, repite las afirmaciones todas las veces que lo recuerdes, nunca serán muchas. Intenta repetirlas cantando, haciendo juegos de palabras y escribiéndolas por lo menos veinte veces al día.
# Algunas afirmaciones con las que puedes comenzar son: Mi situación económica mejora cada día.
# Hay oportunidades de progreso financiero en todas partes, sólo tengo que aceptarlas.
# Mi trabajo es una fuente de dinero cada vez más rica.
# Me merezco la prosperidad y todos los bienes que deseo.
Tu lista de afirmaciones puede continuar de acuerdo con tus necesidades específicas. Realízalas siempre en tiempo presente.
A diferencia de las técnicas anteriores, esta corriente de pensamiento nos invita a no ponerle límites a nuestros pedidos, sino a pensar en términos absolutos: la prosperidad, la abundancia, el bienestar. La base de esta filosofía es ver al Universo como un proveedor inagotable, como una fuente de energía ilimitada que nos ayuda constantemente.
El único requisito para conectarnos con esta fuente divina es aceptar cada pequeña cosa como un don de Dios y, por lo tanto, al dinero como uno de ellos. Recibimos estos dones por actuar rectamente en todos nuestros actos. También es importante pensar que no debemos decirle al Universo cómo debe venir a nosotros el dinero para no limitar su poder.